Bajo Reserva de El Universal se pregunta:
¿Granadas en el atentado en Morelia? Una granada defensiva puede causar daño en un radio de 20 metros y dejar cráter. La tv de Michoacán difundió la madrugada del 16 de septiembre imágenes de las dos explosiones de la noche anterior, en medio del grito de Independencia encabezado por el gobernador Leonel Godoy. En la avenida Madero se pudo observar un boquete de unos 80 centímetros de diámetro y el cuerpo ensangrentado de un hombre, a escasos dos metros. El periodista que condujo la emisión hizo notar que esa calle nunca ha tenido problemas de baches. ¿Qué explosivos se utilizaron en este crimen que alcanzó a la población civil? ¿Qué sigue ahora?
El Templo Mayor de F. Batolomé en Reforma argumenta que
Lo que se vivió la noche del lunes en Morelia sólo tiene un nombre: terrorismo.
Sin embargo no se trata de una acción de grupos con objetivos políticos o militares, sino que todo apunta nuevamente a la delincuencia organizada.
DE ACUERDO con las primeras pesquisas el propósito del artero ataque habría sido \”calentar\” la plaza que controlan \”La Familia\” y \”Los Zetas\”, de tal forma que el reforzamiento de la presencia policiaca y militar obstaculice las actividades de esas bandas. De confirmarse esta hipótesis, el panorama es aterrador, pues significaría que los delincuentes estarían usando objetivos civiles para atacarse de rebote: provocar a las autoridades para que éstas combatan a sus adversarios.
Bajo esta lógica de destrucción, ¿qué sigue? ¿Atacar el estadio de los Tomateros de Culiacán?, ¿el próximo mini Fórum de las culturas en Monterrey?, ¿un partido de futbol de los Indios en Ciudad Juárez?, ¿o, ya de plano, un ataque terrorista contra el Metro de la Ciudad de México? Un Reto de este tamaño requerirá mucho más que discursos encendidos e indignados de parte de las autoridades.
Pepe Grillo en La Crónica de Hoy indica que El terrorismo nos llegó
Señala que el Presidente Felipe Calderón calificó a quienes operaron este hecho deleznable como \”Cobardes escondidos en la multitud, asesinos sin escrúpulos, verdaderos traidores, miserables que matan inocentes.\” Y convocó a los mexicanos, sin importar creencias ni posiciones ideológicas, a unirnos en el repudio a estos cobardes atentados. Se puede discrepar, pero no dividir y enconar; se puede opinar distinto, pero no atentar contra el Estado mismo, exigió.
Es lamentable. Pero ya no fue “ajuste de cuentas”, lo de Morelia es una clara expresión del terrorismo. ¿Una “bomba” contra la multitud que festejaba el Grito? El estallido mata gente, y el terrorista no sabe a quién le tocará.
Su blanco no son unas personas, ni el gobernador, ni el Presidente, es el país mismo. Quienes usan la violencia, y la fomentan, deben estar felices.
En sus Frentes Políticos Excelsior establece que:
Mucho antes de que aparezca el rechazo social, el sentimiento de no resignación y la lucha por la justicia, a los testigos de un ataque como el que despedazó a Morelia la noche del Grito los alcanza la cultura del miedo, la más poderosa arma de los grupos criminales porque ataca con desesperanza a los familiares de los fallecidos y, con rencor, a los heridos; tensa las relaciones entre vecinos y precipita decisiones de las autoridades. En estas líneas ayer se le llamó por su nombre: terrorismo. La fiesta se acabó.
Además, apunta que el gobernador, Leonel Godoy, tampoco titubea en llamar terrorismo a las explosiones que ocurrieron frente a sus ojos y juntan las cuatro esquinas de la palabra que puede encajonar el ataque: premeditación, daño a gente que no puede defenderse, operación clandestina y agresión con un fin político. En este caso, el desafío de criminales al Estado, desde la tierra del presidente Calderón, no deja dudas. P or ello el traslado urgente del michoacano al DF, para ver al Gabinete de Seguridad.
Menciona la certeza de lo injusto que es un ataque terrorista se apodera de los más cercanos a las víctimas. Las familias que velan a siete, las que vigilan el entresueño doloroso de otros nueve y cientos de parientes y amigos de los demás heridos están desprotegidos en la membrana más frágil de la vida de un pueblo: la confrontación con la fatalidad. ¿Este hecho podría evitarse? ¿Era esperable? De ningún modo puede aceptársele, pero nadie ayuda a los michoacanos lacerados para actuar desde adentro en este trance.
Y puntualiza: ahora se explican, en Morelos, la premura con que el lunes cambió la ceremonia cívico-popular de Cuarnavaca a la ciudad de Cuautla: el gobernador, Marco Antonio Adame, recibió amenazas que anticipaban ataques a la población civil que se juntara en la plaza central capitalina. T ras el tañido de campana, profesores que defienden la tradición sindical de heredar plazas a sus familiares, cercaron el vehículo del mandatario y éste tuvo que ser custodiado y conducido a toda velocidad, para huir de los maestros que no se distinguen por pacíficos. ¿Cuándo un hasta aquí?
Y lo que falta, ya que Trascendió en Milenio Diario:
Que desde el martes 9, el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, recibió la amenaza de que algo grave podría ocurrir en Morelia durante las fiestas patrias. Godoy la tomó en cuenta y la comentó con los mandos del Ejército. Que una decisión que se deberá tomar de inmediato es si se cancelan las fiestas y el desfile cívico-militar en Morelia el próximo día 30, aniversario del natalicio de José María Morelos y Pavón.
ne pues yo opino ke ya deben de kitar a los zetas por ke estan dejando a muchas ciudades sin dinero y asi no se puede vivir , espero ke el presidente haga algo al respecto para ke todos estemos mejor