Pobladores de San Pedro Atocpan, en Milpa Alta, tiene retenidos a cinco policías federales y amenazan con lincharlos si no les muestran algún documento que acredite su estancia legal en la demarcación. Hay otras versiones que hablan de sólo dos efectivos cercados.
WRadio indica que los dos elementos de la policía federal, intentaban cumplir una orden de aprehensión en contra de un matrimonio de la zona, mientras que El Universal adjudica a la Secretaría de Seguridad Pública federal información en el sentido de que los elementos realizaban tareas de investigación en la zona.
Autoridades de la policía capitalina y de la policía federal se desplazan a la delegación de Milpa Alta, para tratar de dialogar con los poblares y liberar a los policías, a quienes amenazan con linchar.
Según los primeros reportes los pobladores señalan que un grupo de varias personas que dijeron ser policías federales, levantaron a un matrimonio, lo que provocó el enardecimiento de los pobladores de San Pedro Actopan, que de inmediato tocaron las campanas de la iglesia para que gente salga y apoye la retención de los policías federales.
El diario capitalino sostiene que de acuerdo con la delegación Milpa Alta, los pobladores retienen a los policías a la altura de la calle Xotl, en el interior de vehículos, y amagan con lincharlos porque los vinculan con el presunto secuestro de dos personas.
El jefe delegacional, Francisco García, se trasladó al lugar para intentar negociar con los pobladores. En este momento equipos tácticos de la Policía Federal van hacía el lugar para rescatar a los agentes retenidos.
Esto hace recordar los acontecimientos de noviembre de 2004, cuando tres elementos del área de Inteligencia de la entonces Policía Federal Preventiva, fueron descubiertos en trabajos de investigación, y acusados de intentar secuestrar a niños de una escuela primaria, cercana al lugar donde fueron avistados por los pobladores.
En aquella ocasión, dos de los elementos fueron linchados, quemados en la plaza central de Tláhuac y uno de ellos alcanzó a ser rescatado e internado en el hospital Militar, donde tras una larga permanencia se recuperó, con huellas de la masacre en su contra.
Lo que más hace recordar el caso de Tlahuac es que, de nueva cuenta, no se esclarece por parte de las autoridades: ¿qué estaban haciendo ahí esos policías? y en un auto de civil además. La información sólo se ha dedicado a “linchar” a la sociedad civil, dando información de manera parcial.