El síndrome de Saigón

Estrictamente Personal

Raymundo Rivapalacio

, contra lo que sostiene el gobierno federal, los políticos, los empresarios y un número impresionante de analistas, México es un Estado fallido. Como el gobierno de Pakistán, el mexicano es débil al haber perdido control sobre algunos segmentos de su territorio, lo que genera ingobernabilidad y se minan los procesos de democratización, creando santuarios para el crimen organizado y perdiendo en control sobre la sustentabilidad económica. En Pakistán, el terrorismo vinculado a los servicios de inteligencia, tiene en permanente jaque al gobierno; en México, el narcotráfico vinculado a estructuras políticas y policiales, tiene en jaque permanente al gobierno. En ambos, hay segmentos de la sociedad que han optado por el lado del mal. ¿O no es esta una realidad plena?

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