Desde la mañana de este miércoles, en los diferentes medios de comunicación del estado de Jalisco comenzó a circular la versión de que un menor, de aproximadamente un año y siete meses de edad, había sido secuestrado, arrebatado de las manos de su padre, cuando éste estaba por entregarlo a la guardería donde el niño asistía regularmente. Incluso la madre del niño fue entrevistada en varios medios electrónicos, y pedía a la ciudadanía rezar porque el infante apareciera con vida a la brevedad.
Conforme pasaron las horas, se iniciaron las investigaciones, la situación dio un giro inesperado. El mismo padre del menor, Roberto Jonathan Quirarte León, de 24 años, comenzó a caer en contradicciones, mismas que lo llevaron a declarar que él había enterrado al niño y que lo del secuestro fue un invento para tratar de desviar la atención sobre su persona.
Aún cuando no se ha revelado como es que el niño murió, si fue asesinado por Quirarte León, o en qué condiciones decidió desaparecerlo; quien en realidad era padrastro del menor llevó a los policías investigadores hasta un cerro en el municipio de Juanacuatlán, al cauce de un arroyo sin agua, donde fue encontrado el cuerpo de Leonardo Daniel Casparius Mendoza, quien apenas iniciaba su periplo por esta infortunada vida.
Quirarte León se había presentado ante el Ministerio Público de la coordinación de asuntos en agravio de menores para denunciar que el niño le fue robado en la avenida Tepeyac, de la colonia Chapalita, por un sujeto encapuchado y armado, que supuestamente se lo llevó en un vehículo, casi frente a la guardería donde a diario lo dejaba.
El tiempo transcurrió y la presión fue haciendo mella en este sujeto; su nerviosismo fue en crecimiento, las contradicciones comenzaron a presentarse, y Roberto inició a desvirtuar las declaraciones dadas en un principio; equivocó el lugar donde le fue “supuestamente arrebatado el menor”, lo que propició que se comenzar a sospechar de él. Finalmente, aceptó que él mismo había enterrado el menor en el sitio indicado.
Ahora, las autoridades realizarán las pruebas periciales respectivas para determinar las causas del fallecimiento del menor Leonardo y determinar la situación jurídica del padrastro, quien por el momento quedó a disposición del Ministerio Público del Fuero Común, bajo sospecha de homicidio y lo que resulte.
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