Por Óscar Hernández H.
Después de 96 horas de los hechos, cuando el lugar ha sido manipulado por infinidad de gente que ha deambulado por el lugar, pese a estar \”reservado\”, peritos de la Procuraduría General de la República realizaron una inspección ocular en el lugar donde explotó una bomba el pasado viernes en la Ciudad de México.
Los especialistas en criminología o sus jefes, reaccionaron así a la exhibición que se hizo del video que fue proporcionado por el ex secretario de Seguridad Pública y Rector de la Universidad de las Américas, Alejandro Gertz Manero, a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, donde se evidencia que se trató de una acción concertada que iba dirigida a un directivo de la SSP-DF y que los medios se han empeñado a identificar como el \”Jefe Pegazo\”, por su clave distintiva dentro de la corporación.
No hubo reconstrucción de los hechos, los peritos encabezados por José Ángel Montero, director general de la coordinación de servicios periciales, laboratorio central de la PGR, únicamente midieron el lugar con equipo especializado, tomaron fotografías y recortaron parte del cartel para analizar las pruebas en laboratorio.
Donde seguramente si hubo y no nadamás la reconstrucción de este suceso, sino de muchos más en materia de seguridad que se han presentado en la actual administración, debe haber sido en El Palacio de Covian, en la reunión que el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño y el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdés Castellanos.
Algo debe haber reflexionado el titular de la Segob ante su alarde triunfalista de un lucha en la que dicen ir ganando a la delincuencia y que como dice Francisco Cárdenas Cruz en su Pulso Político de ayer:
\”Si la hipótesis que con más insistencia sostienen funcionarios del Gobierno del Distrito Federal y de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, de atribuir al crimen organizado la autoría del \”bombazo\” ocurrido el viernes pasado a pocos metros de la sede de esta dependencia se confirma, eso demostrará que lo que informó la noche del lunes 4 de este mes el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, de que los operativos federales y estatales contra aquel \”han debilitado y dañado su estructura\”, carece de veracidad\”.
Lo que ha sido digno de resaltar es la acción conjunta que han realizado las autoridades federales y locales y que ya comienza a arrojar resultados, por lo menos en este caso.
Bueno, hasta el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, después de convocarlos a unir esfuerzos en materia de seguridad, destacó que esto es una llamada fuerte de atención sobre los actos de violencia que ocurren en el Distrito Federal y hasta se involucró en las tareas de combate a la delincuencia, cosa extraordinaria, porque siempre se la de crítica en crítica:
\”Son señales que van en aumento. Hemos tenido detenciones de presuntos narcotraficantes de alto perfil, detención de arsenales, ubicación de casas de seguridad y ahora esto\”, expresó.
La psicosis comienza a hacer mella entre los habitantes de este país. Hoy mismo en Guadalajara hubo una falsa amenaza de bomba en el Centro Médico de Occidente, que obligo al desalojo de cientos de pacientes y personal del nosocomio y el movimientos de elementos de protección civil, policías,bomberos, rescatistas, sin que nada pasara.
Las propias autoridades del Distrito Federal han tenido que abrir un línea de investigación que apunta a mafias del narcomenudeo en la zona de Tepito:
De acuerdo con lo reportado por la agencia Notimex, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) se replantea el mapa delictivo en la zona y analiza la posible relación de estas personas con grupos dedicados en especial a la distribución de droga.
En la mira de la Policía Judicial están cinco grupos delictivos que operaban, principalmente, en los números 6, 15, 59 y 69 de la calle Jesús Carranza, así como en Tenochtitlan 40, pero que tras las expropiaciones y los operativos de 2007, han mantenido \”movible\” su teatro de operaciones tanto en Tepito como en colonias aledañas.
Entre dichas agrupaciones están \”El Colchón\”, \”Los del 6\”, \”Los de el 69\”, \”Los Gordos\”, \”Los Baticueva\” y \”Los Tenochs\”, cuya detención de varios de sus integrantes habría provocado que se fusionaran en un nuevo grupo denominado \”el cártel de Tepito\”.
La Policía Judicial presumen que \”El Chilango\”, detenido la semana pasada, y relacionado insistentemente con Tania Vázquez, la cómplice de Juan Manuel Meza Campos, el \”muertito\” y portador de los explosivos, sería integrante de esta agrupación delictiva que, a su vez, mantendría contacto con el cártel de Sinaloa de Joaquín \”El Chapo\” Guzmán, para facilitar la introducción y el tráfico al menudeo de droga en la capital del país.