Los ataques fueron con minutos de diferencia, con granadas de fragmentación, en los municipios de Navojoa, Cananea y Hermosillo, en Sonora, los cuales dejaron como saldo tres personas lesionadas por esquirlas, además de daños a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en la capital y en dos instituciones bancarias del poblado minero.
José Larrinaga Talamantes, vocero de la PGJE, confirmó que las agresiones con explosivos se dieron entre las 21.00 y las 21.20 horas.
El primero de los atentados se dio a las 21:00 horas en las instalaciones de la PGJE de calle Rosales y Serdán, donde sujetos desconocidos arrojaron desde un vehículo en movimiento dos granadas de fragmentación, de las cuales sólo una estalló y la otra no alcanzó a detonar. El estallido destrozó seis vidrios de la fachada de la institución, pero no reportó a personas lesionadas.
El segundo ataque se dio aproximadamente a las 21:20 horas en Navojoa, al sur del estado, en el restauran bar “Chiltepinos”, ubicado en calle Pesqueira 720 Norte, donde desde un pick up blanco arrojaron un artefacto explosivo que al estallar lesionó a tres personas.
Y el tercer atentado fue contra una gasolinera de calles Rafael Cota y Jalisco, un sujeto a bordo de una motocicleta lanzó el explosivo contra el inmueble dejando daños materiales.
A esa misma hora pero en Cananea los blancos de los atentados fueron dos instituciones bancarias; el Bancomer de las calles Cuarta Este entre Sonora y Pino Suárez, además de la gasolinera “Cananea” de Lázaro Gutiérrez y carretera a Agua Prieta, donde sujetos a bordo de una camioneta Windstar, color arena, sin placas, se bajaron, dejaron la unidad abandonada y dentro de ella explotó granada.
En el estallido no hubo heridos, solamente daños materiales, además de que en la sucursal Banamex de Avenida Juárez y calle Sexta Este, detectaron una bolsa con un supuesto artefacto, el cual e analizado para determinar si se trata de explosivo o no.
Hasta las 01.00 horas de este martes, no se habían dado a conocer detenciones y ningún grupo se había responsabilizado de los ataques.
Trascendió, incluso, que se llamó a una reunión de emergencia del gabinete estatal de seguridad, al cual estarían invitados los representantes de las corporaciones federales, para analizar la situación.
Mientras tanto se ordenó el resguardo de las instalaciones policiacas y de los principales edificios de las instituciones gubernamentales. Todas las corporaciones policiacas se mantienen en alerta máxima
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