Los fotógrafos son flojos, han dejado de crear, de proponer, de transmitir una realidad diferente a la que vemos todos los dÃas en la televisión y parecen haber haber planteado el fin de la fotografÃa en el mundo.
Al menos ésta fue parte de la conclusión a la que trataron de llevarnos cuatros grandes de la fotografÃa en México: VÃctor Mendiola, editor de fotografÃa de El Universal; Fabrizio León, de la Jornada; Fernando Villa del Ãngel, independiente y Marco Antonio Cruz de Proceso.
En el marco del World Press Photo 2007 que se presentó en el museo Franz Mayer de la ciudad de México, los cuatro exponentes sostuvieron que los intereses de los medios impresos han llevado a los profesionales de la lente a dejar a un lado su interés por el verdadero periodismo gráfico y están lejos, como lo dijo Fabrizio, de modificar este esquema, porque las cánones empresariales asà lo han establecido.
En los diarios o te sujetas al Código de Ética o a los mandatos de los dueños de los mismos o simplemente no trabajas y en muchos casos -como dijo Fernando Villa- el trabajo lo necesitamos para comer y ahà estamos.
VÃctor Mendiola, quien fue el moderador de la mesa, fue, quizá el más contradictorio en su exposición, creador o fundador de varios diarios, siempre en el área de fotografÃa, sostuvo que trata de influir en las juntas de edición para que el trabajo de sus compañeros sea respetado, pero los espacios y las tomas de decisión muchas veces provoca que la foto que se publica no siempre sea la más adecuada o la mejor.
Llamó flojos a los fotógrafos, pero luego los justificó
\”y en las órdenes de trabajo lo veo. Cuando se las dictamos vemos que reprochan porque dice, para qué me esfuerzo si ni me publican lo que vale la pena\”.
Entonces vendrÃa la aclaración de parte del mismo Mendiola,
\”es que nosotros mismo a eso los orillamos, porque no podemos siempre ganar frente a la decisión del diseñador que escoge una placa por el simple hecho del formato, la posición o el espacio\”.
Fabrizio, pese a estar en uno de los diarios de mayor lucha polÃtica, fue quizá el más conformista, peor aún cuando a pregunta expresa del auditorio dijo que simplemente en los medios, entre los fotógrafos, hay autocensura porque saben que difÃcilmente tendrán espacio para una buena toma en la publicación.
\”No se puede hacer nada para mejorar, para cambiar, sabemos que o nos sujetamos a los dictados de los propietarios y editores del diario, o nos frustramos para toda la vida\”.
Fernando Villa, quien está dedicado a la fotografÃa publicitaria reconoce que trabaja para que sus patrones digan mentiras \”porque eso es la publicidad, decir mentiras\”, pero ha hecho una propuesta diferente al emular la fotografÃa periodÃstica que está cambiando el concepto para dejar a un lado los o las modelos de siempre, a la figura estática, posada, de glamour y tomar la escena de la vida común y corriente que muchas veces dice más en los anuncios.
Fue Marco Antonio Cruz, quien quizá tomó como una alternativa de creación en la Red, el trabajo en Internet, que al final reconocerÃan todos, puede ser la alternativa para dar a conocer el trabajo que no se puede publicar en los medios impresos.
Marco Antonio Cruz presentó parte del trabajo que realiza, en que ya incluye foto, video, audio, como una forma de difusión en un medio que es el que más se proyecta para el futuro.
Mientras los escuchaba, recodaba yo a Ryszard Kapuscinski, aquel viejo periodista, corresponsal, cronista, de reciente fallecimiento, quien decÃa que
\”al cronista (que bien puede trasladarse al fotógrafo) que llega de hacer una cobertura, su jefe no le pregunta si la noticia (o fotografÃa) que trae es verdadera, sino si es interesante y si la puede vender\”.
\”Hoy, decÃa el mismo Kapuscinski, la información es una mercancÃa bajo las leyes del mercado. Los antiguos héroes del periodismo han sido reemplazados. Hoy el soldado de nuestro oficio (ahora los llamaron empleados de periódico) no investiga en busca de la verdad, sino con el fin de hallar acontecimientos sensacionalistas que puedan aparecer entre los tÃtulos principales de su medio\”.
En verdad me sentà desilusionado frente a quienes exponÃan en el auditorio del Museo Franz Mayer. Sentà esa frustración cuando Fabrizio decÃa que no se puede hacer nada para mejorar lo ya existente y cuando exponÃa que quizá la alternativa sea Internet, pero sin hacer hincapié en ello, que es una realidad.
Los fotógrafos o mejor dichos los reporteros gráficos, no pueden ser llamados, como los llamaron Fabrizio y VÃctor Mendiola, \”empleados de periódico\”, son y deben ser creativos y regreso a Kapuscinski, cuando expone:
\”Escribir (o fotografiar, insisto) para una agencia o un periódico es un trabajo duro, de gran tensión y nerviosismo, puntuado por (cumplir) con el jefe. Se hace un periodismo formal y pobre. Pero (todo esto) se puede tolerar si uno escoge para sà un nicho independiente, un espacio para escribir (o sus fotografÃas) aquello que excita la propia voluntad y ambición. En este otro taller las cosas se dicen en otro lenguaje, se enfocan bajo otra mirada, se componen según otros criterios\”, los propios.
\”Hay que guardar los materiales que nos importan. Todo debe estar documentado: informaciones, testimonios, ideas… en el futuro podremos revisar ese material asà conservado y tomar la decisión de hacer un trabajo personal de excelencia\”.
Entonces, yo dirÃa a Frabrizio. Sà se puede crear, sà se pueden cambiar las cosas, si creen verdaderamente en su potencial, hay que hacer trabajos independientes, es posible, porque hasta eso se cuestionó, cuando dijo \”no se si pueda, si te lo permitan o no\”.
¡Claro que se puede!, porque los lÃmites personales se los impone uno mismo y si la Jornada o Milenio o Reforma o El Universal -por mencionar los ahà enumerados- no lo permiten, pues entonces que busquen a la par quien les edite sus propios trabajos, al fin y al cabo para eso se utilizan los seudónimos en el periodismo. Y ésto, creánme, da mayores satisfacciones y es un escape a la frustración que te crean los negocios del periodismo..
Total fue sólo una conferencia, pero con mensajes para fotógrafos que no se valen, cuando que hay muchos que sà hacen su trabajo y lo hacen bien. Que no se refleje en los medios, pues la explicación ya la dieron los responsables de la fotografÃa, por lo menos de dos de los periódicos de mayor influencia en el paÃs.
Ahà la dejo y que quede constancia que no soy fotógrafo. Soy reportero, quiero al medio y no estoy de acuerdo con que se sancione algo que los mismos jefes, y sus patrones, propician.