Alerta Periodística

México, secuestrado por la inseguridad

“Apagué el auto y dejé el dinero”

La historia ahí está. La verdad es que la puede leer aquí o en El Universal, porque es un documento al que, según nos dice Icela Lagunas, ella tuvo acceso para ese diario, pero insisto, como aquí lo que tratamos de hacer es conjuntar información sobre el tema de seguridad, pues se los paso tal cual.

Desde un teléfono celular, uno de los secuestradores de Fernando Martí Haik dirigió la operación para el pago del rescate de 5 millones 135 mil pesos, que un chofer de la familia entregó en una maleta deportiva por el rumbo de la Alberca Olímpica.

Por más de 10 horas, el chofer de la familia Martí —cuyo nombre se omite por seguridad— esperó en la esquina de Riff y Río Churubusco, en la colonia General Anaya, de la delegación Coyoacán, la liberación de Fernando, pero éste nunca llegó.

La mañana del 12 de junio su patrón, el empresario Alejandro Martí le pidió que tomara una maleta deportiva que contenía el dinero del rescate para que la entregara a los secuestradores de su hijo.

También le entregó un celular donde recibiría las instrucciones de los plagiarios.

Esa mañana, el chofer abordó un auto compacto blanco y se fue vestido con short, playera y sandalias, como lo habían exigido los secuestradores.

En su declaración ministerial ante la Fiscalía para la Seguridad de las Personas e Instituciones de la Procuraduría capitalina, el chofer declaró que al salir de la casa de la familia Martí, ubicada en San Ángel, recibió la llamada de un hombre que le ordenó dirigirse a una agencia de coches en la avenida Revolución.

Al llegar a ese lugar le ordenó por segunda ocasión que se dirigiera a la esquina de Revolución y Altamirano, y luego a la calle Río Hondo, donde esperaría más instrucciones.

Por el celular, los plagiarios le indicaron que en Río Hondo había un vehículo Golf negro, cuyas llaves estaban abajo del tapete.

En ese segundo vehículo, que tenía una estampa en el medallón de Winnie Pooh, el chofer se dirigió hasta los Viveros de Coyoacán.

El chofer solamente obedeció las órdenes que le daba por el celular un hombre con acento norteño, según su declaración.

En el documento al que EL UNIVERSAL tuvo acceso, el chofer de la familia Martí dijo que finalmente llegó a Riff y Churubusco, donde dejó el Golf estacionado con la maleta que contenía el dinero del rescate. “Me dijeron que apagara el vehículo y que dejara las llaves abajo del tapete, ahí se quedó la maleta”, relató.

Minutos después, uno de los secuestradores le ordenó que se quedara en esa esquina, donde hay una caseta de teléfono público.

“Me dijo que tomara la bocina aparentando que hablaba con alguien”, contó. Al describir el lugar, manifestó que había un poste junto a la caseta en el que hay una pinta que dice: “Aquí estuvo la mata viegitas” (sic).

EL UNIVERSAL realizó un recorrido por la zona: la caseta se encuentra frente a unas canchas de tenis y otras de futbol rápido, en las inmediaciones de la Alberca Olímpica.

Fernando nunca llegó a este lugar. La madrugada del 13 junio, el chofer regresó a la casa de los Martí, donde fue recibido con abrazos.

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