Aseguran a ocho presuntos secuestradores de la banda de \'Los Chiquitines\', en el EdoMex.

$\"image\"$ Un comerciante de 25 años de edad, quien había sido secuestrado el pasado 20 de julio, en Ecatepec, Estado de México, fue liberado por policías federales y detenidos ocho presuntos secuestradores de la banda denominada “Los Chiquitines\”, que tenían en su haber por lo menos seis secuestros más.

Los presuntos delincuentes son Edgar Omar Hernández Orozco de 33 años, originario del DF; Gerardo Hernández Arenas, de 36 años, alias El Maracas, oriundo de Morelia; David Sánchez Ruiz de 20 años, alias La Nutria, del DF; Alfredo García Reyes, alias El Alfred, de 32 años, también capitalino.

Además, Eduardo Fierro Pérez, alias El Beto, de 21 años y nacido en Guanajuato; Cristian Constantino Pineda de 18 años y del DF; Daniel Tinajero Sánchez, alias El Cano, de 22 años originario del DF; Jesús García Rodríguez, alias El Diestro, de 25 años originario del DF.

Estos sujetos fueron asegurados por agentes federales durante el operativo realizado en el inmueble ubicado en la calle Ocaso, Manzana 1, Lote 14, colonia Valle de Luces, Delegación Iztapalapa, Distrito Federal.

Al momento de la detención, los ahora detenidos tenían en su poder una pistola G-Ruth, .9 mm, 10 cartuchos útiles calibre .9 mm, un cargador para arma corta, varias identificaciones, seis celulares, un vehículo Cirrus, color negro, con placas de circulación 659 TAN, del Distrito Federal y un vehículo marca Dodge Stratus, color blanco con placas de circulación 320 UFW, del Distrito Federal,

Derivados de las investigaciones su pudo conocer que esta organización criminal interceptaba a sus víctimas con lujo de violencia en las cercanías de sus domicilios, cuando estas arribaban o salían a sus labores o actividades cotidianas.

Como medida de presión enviaban cartílago de trompa de cerdo, haciendo creer a los familiares de las víctimas que se trataba de la mutilación de la oreja del secuestrado; asimismo, amenazaban con privarlas de la vida si no se cumplían sus exigencias económicas o si sus familiares acudían a denunciar los hechos a las autoridades.