Caso News Divine: Relaja su conciencia; Marcelo Ebrard pide \’disculpas públicas\’

Perionotas / El Universal.-

Siempre he sido partícipe de la gente que sabe reconocer errores; de quien entiende que dar la cara públicamente ante un hecho \”público\” -valga la \’rebusdancia\’- es lo mejor que podemos hacer. Marcelo Ebrard soportó casi un mes su conciencia. Sabía que no bastaba con sacar de la escena a quienes eran los responsables de las áreas que participaron en los hechos del 20 de junio en la discoteca News Divine, sino que era necesario ir más allá, y quizá falten muchas cosas, pero lo primero era salir a reconocer que el gobierno actuó mal, aunque, insisto, aún hay cosas que faltan por resolver.

Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de gobierno del Distrito Federal, pidió \”disculpas públicas\” a los padres de familia y la sociedad por los sucesos de la discoteca New\’s Divine donde 12 personas perdieron la vida y lo hizo en momentos en que las cosas han perdido intensidad; en tiempos en que un delegado con permiso se niega a dejar el puesto y no entiende que las porras, las marchas y los acarreados, no los van a librar de la culpa \”ética\” -por lo menos- que tiene en los hechos del antro enmarcado en su jurisdicción, en la que estaba obligado a aplicar las normas legales.

Marcelo Ebrard, condenó \”las acciones, errores y vejaciones cometidas en el operativo\”.

\”Públicamente ofrecemos disculpas por estos hechos, me comprometo a que la actuación del gobierno será con la verdad, las sanciones de los responsables, la reparación del daño y la reconstrucción del tejido social y se tomarán las medidas para que esto no vuelva a ocurrir\”, aseveró.

El jefe de Gobierno capitalino debe haber descansado en su conciencia, por lo menos por el momento, al hacer este \”salve público\”, pero ahora habrá que esperar las reformas anunciadas al sistema de Seguridad Pública que todos los capitalinos esperamos con ansiedad. Joel Ortega, dicen los que saben, hizo bien su trabajo, pues habrá que continuarlo y reforzarlo para tratar de abatir los índices de delincuencia que, lejos de los discursos triunfalistas, cada vez nos dan cuenta de que estamos inmersos en los dominios del crimen organizado, y sino lo creen ahí están los hechos en las calles del área metropolitana.