Un hecho sin precedentes en la historia migratoria de nuestro país se dio la noche de este miércoles en el estado de Chiapas, cuando un comando armado \”secuestró\” a un grupo de 33 cubanos, entre ellos tres menores de edad, que había sido rescatados por la Armada de México en costas del Caribe mexicano, tras haber naufragado en un intento por llegar a Estados Unidos desde la Isla de Cuba.
De acuerdo con los reportes recibidos este jueves, los cubanos habrían sido rescatados el domingo por un grupo de marinos que los encontraron en alta mar, cuando la embarcación en la que se transportaban de averió. Los efectivos de la Armada los trasladaron a tierra y los entregaron a las autoridades de Migración, mismas que los condujeron a las instalaciones de la estación migratoria en Chetumal, capital del estado de Quintana Roo.
Sin embargo, y según la Comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, como esta estación no reúne las condiciones adecuadas para mantener a un grupo tan numeroso de internos -la capacidad es de 50 personas y ya había otros indocumentados en ella- decidieron transportarlos a la ciudad de Tapachula, en Chiapas, donde hay un estación de mayor capacidad y con mejores condiciones.
Sin embargo los riesgos nos fueron calculados. Durante el camino, el camión que los transportaba eran custodiado por siete elementos del mismo INM; en la carretera Palenque-Ocosingo, a la altura de poblado Chancalá, a unos 140 kilómetros de la capital Tuxtla Gutiérrez, fueron interceptados por un comando de varios hombres encapuchados y con arma largas, que obligaron a los custodios a entregar el camión con todo y los 33 cubanos a bordo: kilómetros adelante apareció el camión abandonado y vacío, sin que se conozca el destino de los isleños.
Las autoridades presumen que los secuestradores pertenezcan a una banda de traficantes de indocumentados, y que pretendan negociar con los cubanos, a fin de hacerse de recursos, pero ello ha provocado una serie de preguntas, dado que no se explican como conocieron del traslado y la ruta a seguir, sin contar con la participación de algún cómplice cercano a las autoridades de migración.
Para tal fin, los siete elementos del INM y los dos choferes del camión, fueron trasladados a Ciudad de México, donde esta noche declaran ante las autoridades de la SIEDO, dependiente de la Procuraduría General de la República, en un intento por conocer detalles de la acción y tratar de deslindar responsabilidades.