Fue una caravana pacífica, el objetivo era acercarse al municipio de San Juan Copala, lugar de donde llegaban noticias alarmantes desde semanas atrás: el pueblo sitiado por un grupo paramilitar que impedía el abasto a la comunidad, escuelas cerradas, inseguridad y tiroteos constantes que llegaban hasta la sede misma del palacio municipal.
Un buen número de representantes de medios estatales (Noticias, Voz e Imagen de Oaxaca), dos reporteros de la revista Contralínea (Erika Ramírez y David Cilia) y observadores de derechos humanos llegaron a la cita.
La reunión está fijada para las 8 de la mañana en el parque central de la Libertad de Expresión de Huajuapan de León.
Pocos minutos después de la cita arriba un contingente representativo de maestros afiliados a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), todos ellos de la Mixteca, que muestran su respaldo a los integrantes de la caravana.
Es una mañana apacible, sería una tarde-noche aciaga.
10:35 horas
Representantes de medios e integrantes del grupo de comunicación de observación de Alemania y Finlandia abordan uno de los vehículos de la caravana: la camioneta Suburban identificada con el logotipo del Frente Nacional Indígena y Campesino.
Esta camioneta es asignada para encabezar la caravana conformada por seis automotores más.
Repartidos en la Caravana Humanitaria van representantes del Centro Comunitario Trabajando Unidos (Cactus), de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
Además, Rubén Valencia y Daniel Arellano, vocales integrante de la APPO; Meri Mononen representante de la Unión de Finlandia por la Paz, asociación afiliada a la ONU; Ana Frohnhoff, de Alemania, integrante de una organización de apoyo a indígenas; Daniel Arellano Noé N, integrante de Voces de América; David Venegas, integrante de la APPO, Joel Gálvez Vivar, corresponsal de un diario local; Roger Valle, vice presidente de la asociación de periodistas independientes de la Mixteca y corresponsal de NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca; Juri Vaakkola, de 33 años e integrante de la organización Unsi Tanli Ry de Finlandia, quien cayó muerto y Alberta Cariño Trujillo, de 30 años de edad y originaria de Chila de las Flores, Puebla.
Omar Esparza Zárate, integrante del Movimiento Indígena Zapatistas, Macario García Merino, del municipio autónomo de San Juan Copala, entre otros.
Un poco antes de las once de la mañana la caravana parte hacia San Juan Copala.
La violencia generada en aquella zona es por el control político intermunicipal entre el Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), el Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI) y la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT), esta última de filiación priísta.
Los vehículos
Los vehículos que integran la caravana son: una camioneta Nissan de color roja sin placas de circulación; un Volkswagen color verde; un Dodge de color azul, con placas de circulación 4761-TND, del estado de Quintana Roo; Ford Explorer de color negro, con placas de circulación EAU 51-87 del estado de Chihuahua y una camioneta Ranger color blanca sin placas de circulación.
Signos desalentadores
13:45
La Caravana Humanitaria hace un alto momentáneo a la altura de la gasolinera ubicada en la carretera federal 135 Putla-Juxtlahuaca
Los integrantes del grupo intercambian rápido diálogo; se decide arribar hasta la comunidad de San Juan Copala.
Sin embargo, Omar Esparza Zárate reporta que contaba con informes de que tres mujeres fueron secuestradas en la zona y se desconoce su paradero.
Los representantes de las organizaciones escuchan la advertencia: en caso de que se detecte que el camino está bloqueado, lo preferible es desistir de arribar hasta la comunidad.
Lluvia de plomo
13:55
En el paraje Los Pinos, los conductores de los seis vehículos se percatan que la carretera está bloqueada con piedras.
Representantes de medios intentaban bajar de los vehículos: "pretendíamos realizar algunas tomas fotográficas; sin embargo, alguien advierte y avisa sobre que hay gente armada en los cerros".
"Una lluvia de balas cae sobre nosotros, buscábamos cómo esquivar el fuego, solo vi que un extranjero cae muerto por recibir un disparo en la cabeza; era el odio de los victimarios que, a sangre fría, trataban matarnos", señala un miembro de la Caravana Humanitaria
Hubo gritos de las mujeres del convoy, hay desesperación y pánico.
Tomados por sorpresa y sin coordinación, cada quien busca salvar la vida.
Es un instante eterno, una pequeña tregua, momento en que dejaron de disparar, los francotiradores cambian el cargador del arma: "Es en ese instante cuando aprovechamos para salir corriendo, pero las balas seguían tras de nosotros".
Era la desbandada "en la fuga se tomaron diferentes caminos, sólo se escuchaban detonaciones de los cuernos de chivos que zumbaban las balas al romper el aire, a unos los alcanzaron y los llevaron presos, hacia el río, otros buscaron la forma de salvar su vida, parecía una zona de guerra, donde el enemigo de los defensores de derechos humanos y de los medios de comunicación tenían la ventaja".
Zona de guerra
Quienes salvaron la vida narran que se podía notar la presencia de decenas de hombres fuertemente armados que rodeaban la comunidad de San Juan Copala, "por lo que nos parapetamos y después de cuatro horas decimos salir y, a rastras, recorrimos 40 metros, pero lamentablemente fuimos capturados".
Los apresados por el grupo paramilitar fueron retenidos por dos horas. Los líderes dialogaban y finalmente dejaron libres a periodistas y activistas.
"Nos dijeron que nos perdonaban la vida".
Una de las victimas
En entrevista, Joel Gálvez Vivar, corresponsal de uno de los diarios estatales, indicó que sólo escuchó el suspiro de Alberta Cariño, quien cayó muerta a su lado.
Gálvez Vivar buscó salir ileso, de manera desesperada saltó por la ventana de atrás del vehículo en donde era transportado. Debió caminar por kilómetros para alejarse del lugar y logró ponerse a salvo.
Los muertos
- Juri Vaakkola, de 33 años integrante de la organización Unsi Tanli Ry de Finlandia
- Alberta Cariño Trujillo, de 30 años de edad y originaria de Chila de las Flores, Puebla, del Centro Comunitario Trabajando Unidos (Cactus)
Contralínea buscará a sus reporteros
Por su parte el director de la Revista Contralínea, Miguel Badillo, acusó de inmovilidad a las autoridades estatales y federales ante esta agresión, por lo que anunció que mañana un grupo de representantes de la sociedad y de organizaciones civiles, entre las que estarán representantes de este semanario, ingresarán a Copala, conscientes del riesgo que ello conlleva,
pero con la esperanza de encontrar a sus compañeros que pudieran estar con vida.
Érika Ramírez y David Cilia, periodistas del semanario Contralínea, y otras dos personas, David Venegas, de la organización VOCAL, y Noé Bautista, permanecen desaparecidos en las inmediaciones de la comunidad autónoma de San Juan Copala, municipio de Juxtlahuaca, Oaxaca.
Al igual que los defensores de derechos humanos, los reporteros formaban parte de la caravana de paz que partió al medio día de ayer, 27 de abril, con destino a ese poblado. Integrada por al menos 25 personas, la caravana tuvo por objetivo documentar las graves violaciones a las garantías individuales que padecen los triquis, impulsores de la autonomía. Además, llevar ayuda humanitaria consistente en alimentos y medicamentos.
Hasta el momento, se desconocen las condiciones de salud de los cinco desaparecidos, incluyendo los periodistas del semanario Contralínea, quienes podrían haber sido privados de su libertad por el presunto grupo paramilitar, de filiación priista, Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) y que algunos ligar con el gobernador Ulises Ruiz.
A su regreso a Juxtlahuaca, aproximadamente a las dos de la tarde de este 28 de abril de 2010, el operativo policiaco de rescate –que envió el gobierno del priista Ulises Ruiz– afirmó “no haber encontrado heridos” en la zona donde ocurrió la emboscada.
Lamentablemente, sí fueron localizados dos cuerpos: el de Yyry Jakkola, observador de origen finlandés; y el de Beatriz Cariño Trujillo, directora del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos.
Entrevistado por Contralínea, el comandante del operativo, Lázaro Hernández, aseguró que los 45 elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, los médicos y los peritos regresarán al lugar de los hechos, para hacer una búsqueda exhaustiva. En su primer recorrido, los policías estatales tampoco dieron con los responsables de la agresión.
Mónica Citlali Santiago, una sobreviviente con herida de bala en la espalda, refirió que todos los vehículos que integraban la caravana de paz fueron rafagueados por los dos costados. Al salir del hospital de Juxtlahuaca ayer por la mañana, dijo que la agresión ocurrió muy cerca de la comunidad autónoma de San Juan Copala.
Érika Ramírez y David Cilia se dirigían a ese poblado autónoma a documentar el asesinato de las locutoras triquis de la radio comunitaria La Voz que Rompe el Silencio, Felícitas Martínez y Teresa Bautista, ocurrido el 7 de abril de 2008 en una emboscada, también ejecutada por el grupo paramilitar Ubisort.
San Juan Copala se ubica en el municipio de Juxtlahuaca, Oaxaca. Conformada por más de 700 habitantes, la comunidad se declaró autónoma el 1 de enero de 2007; desde entonces, enfrenta la violencia paramilitar derivada de la supuesta disputa de tierras entre las organizaciones Ubisort (identificada con el gobierno de Ulises Ruiz), el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui y el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (impulsor del municipio autónomo).
Contralínea repudia la agresión y exige la presentación con vida de sus periodistas, Érika Ramírez y David Cilia, y de los defensores de derechos humanos David Venegas y Noé Bautista.
(Información de Noticias Net y Contralínea)
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