El correr de las armas, la falta de control de parte de las autoridades, y la excesiva violencia que se presenta a través de los medios electrónicos de comunicación, han hecho de la sociedad un mundo inmerso en la inconciencia y el descontrol que lleva a tener noches tan sangrientas como las dos de este este fin de semana. Tan sólo del sábado para domingo hemos conocido de la muerte de una persona y cinco lesionados, tres de ellos menores de edad y, lo peor, es que parece que las balas caen del cielo, porque se niegan a denunciar a sus agresores.
Como una muestra de lo dicho, presentamos a ustedes algunos de los eventos sucedidos en las colonias, de la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde ya se ha hecho costumbre que los fines de semana se atente contra la vida de muchachitos menores de edad, y donde siempre salen a relucir las armas de fuego. En esta ocasión, parece no fueron riñas callejeras, pero sí agresiones directas, que insisto, las mismas víctimas dicen desconocer de donde provinieron los disparos.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, a las 20:50 horas, se ubicó al cruce de Covadonga y Trafalgar, colonia Lomas de Zapopan, en el municipio de Zapopan, tirado en la vía pública, el cuerpo sin vida de Gerardo Ávila Sánchez, de 34 años. Testigos oculares manifestaron que momentos antes el ahora occiso fue interceptado por dos sujetos, uno de los cuales sin mediar palabra alguna le efectuó varias detonaciones de arma de fuego, para posteriormente darse a la huida con rumbo desconocido.
A las 22:00 horas, al cruce de privada Montenegro y López Mateos, en la colonia San Sebastián el Grande en Tlajomulco de Zúñiga, se localizó lesionado de gravedad a Felipe de Jesús Murillo, de 30 años, quien presentaba contusión de cráneo causada por golpes, así como impactos de proyectil de arma de fuego. Este hombres se encontraba bajo efectos de alguna droga, pero refirió que el causante era un sujeto al que conocía –sin revelar su nombre en ese momento-, el que lo agredió de forma directo para posteriormente huir a pie.
A las 23:40 horas, al cruce de Bolaños y Totatiche, colonia Lomas del Laurel, en Tonalá, se localizó lesionado en forma leve a Guadalupe Hernández Ruiz, de 16 años, quien presentaba un impacto de proyectil de arma de fuego, no refiriendo quien ó quienes fueron los causantes y porque motivo fue agredido. El joven se negó, incluso, a ser llevado a un puesto de socorro por parte de los paramédicos de la Cruz Verde del municipio, quienes pese a esa negativa, lo atendieron en el lugar.
A las 04:20 horas, al cruce de Francisco Villa y Emilio Rabasa, colonia Blanco y Cuellar, zona Olímpica, fue localizado, con lesiones regulares Héctor Alanilla Paredes, de 32 años, quien presentaba un impacto de proyectil de arma de fuego. Este mismo hombre refirió que momentos antes escuchó una detonación y se sintió lesionado, pero dijo desconocer de donde provino la agresión.
A las 04:30 horas, al puesto de socorros de la Cruz Roja del Parque Morelos, arribaron, a bordo del vehículo Dodge Neón, modelo 01, color gris, placas JGM-6345, los menores Ricardo Zepeda Martínez, e Isaac Alexander Martínez González, ambos de 16 años, y con impactos de bala en el cuerpo. Manifestaron a las autoridades que habían sido agredidos en forma directa en el cruce de General Salazar y Pablo Valdez, colonia La Perla, zona Centro, por dos sujetos que se dieron a la huida a bordo de un vehículo tipo guayin, sin más detalles que permitan ubicar a los agresores.
Una noche que si le sumamos a la anterior, del viernes para el sábado, las cifras se elevan considerablemente y parece que en Jalisco no hay autoridad que frene esta violencia, que cada día crece más, mientras el gobernador de la entidad, Emilio González Márquez se dedica a promover alianzas electorales en el Estado de México y a ver el futbol para alabar al Chicharito, a través de las redes sociales..
Las armas corren por lasa calles, al grado, como ya vimos, que ahora son granadas las que atemorizan a las mismas corporaciones policiacas. Ésta es sólo una muestra de una noche, donde las balas, parece, caen del cielo.