Perionotas / Notimex
El comisionado de la Policía Federal Preventiva (PFP), Facundo Rosas, subrayó la necesidad de encontrar mecanismos que permitan armonizar las leyes sobre el uso de armas en Estados Unidos y México, a fin de frenar el crecimiento en el tráfico de armas.
En entrevista el funcionario federal reconoció que México no puede entrar al debate de reformas legales para endurecer las normas del país vecino del norte, porque se trata de sociedades que no tienen la misma cultura de la seguridad además de que el uso de las armas es diferente en uno y otro lado de la frontera.
Recordó que el último acuerdo \”que no le compete específicamente a la Policía Federal Preventiva, pero sí a las autoridades mexicanas, lo establecieron los procuradores de México y Estados Unidos con la finalidad de establecer mecanismos de colaboración e intercambio de información para estar atentos a la comisión de ese delito\”.
En México, dijo, todas las armas se usan para actos ilícitos cuando no se trata de las funciones institucionales, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional es la \”ventanilla única\” para su adquisición, mientras en países como Estados Unidos cualquier particular puede acudir a una armería a comprar lo que necesite.
Expuso que la legislación mexicana es una de las más rigurosas del mundo, lo cual cierra las puertas a muchos grupos del crimen organizado, a diferencia de otros países que no tienen leyes con esas características.
El funcionario descartó que la sociedad mexicana esté en riesgo por la supuesta existencia de grandes arsenales, ya que \”el crimen organizado las utiliza únicamente para ajustes de cuentas o cobranzas\”.
Rechazó que exista una situación explosiva en el crecimiento del tráfico de armamento; \”hay la prevalencia de armas de fuego y en los últimos 15 años ha sido un común denominador, pero no se ha detectado un incremento significativo\”.
\”Hay armas en el país circulando ilegalmente, pero no ha habido una expansión grave. Lo que sí hemos encontrado es que la mayoría de artefactos de ese tipo se utilizan para dirimir diferencias entre los grupos del crimen organizado\”, explicó.
Los principales puertos de entrada al país de armas de grueso calibre son las fronteras de Baja California y Tamaulipas, detalló, pero la mayor parte permanece en esas entidades. Sin embargo hay \”tráfico hormiga\” en vehículos de lujo hacia el centro del país.
La PFP, precisó, trabaja en la investigación del flujo de armas e incide en la logística criminal, para conocer las formas de trabajo de los grupos delictivos que ingresan y distribuyen el armamento en el territorio nacional.
Detalló que la presencia policiaca en las fronteras existe en el resguardo de aduanas y para evitar el tráfico de armas, pues se han modificado los patrones de operación ya que antes se usaban vehículos desvencijados que podrían no llamar la atención pero llevaban compartimentos ocultos.
Ahora se utilizan autos de lujo y muchos de ellos son parecidos a los que ocupan las corporaciones policiacas y a los cuales se pintan de colores similares y decoran con insignias muy parecidas a las de las instituciones de seguridad, a fin de tratar de obtener una ventaja y evitar las revisiones.
El tráfico de armas en México no es un delito que se conserve puro, pues está entrelazado con las drogas o el secuestro, apuntó el funcionario federal.
Indicó que en las corporaciones policiacas y ejércitos de Estados Unidos y México existen robos y extravíos de armas que el crimen organizado podría utilizar, aunque en un porcentaje no mayor a uno por ciento de las que se decomisan.
Dichos datos están debidamente documentados por un grupo interinstitucional dedicado al combate al tráfico de armas, que registra cada uno de los objetos asegurados, el momento en que pasan a disposición del juez, cuándo quedan legalmente decomisados y cuándo deben destruirse, señaló.
En ese mismo grupo existen diversas bases de datos, entre las que hay un apartado que concentra cada uno de los decomisos y las destrucciones desde 1995, así como las armas que reportan como extraviadas o robadas todas las corporaciones del país.
Las armas de grueso calibre, advirtió, son usadas solamente por el crimen organizado, mientras que la delincuencia común relacionada con asuntos patrimoniales, robos o secuestros no emplea artefactos de ese tipo.
Facundo Rosas descartó que los traficantes de armas que existen en México tengan vínculos para surtir a grupos guerrilleros de Centro y Sudamérica, y aunque esos artículos circulan en sentido inverso de la ruta de las drogas \”no hemos descubierto ninguna conexión específica de esa naturaleza\”.
Se trata de mecanismos diferentes de abastecimiento, pues los grupos armados encuentran lo que necesitan en el mercado negro, en las fronteras de los países y en el caso de México en el centro del territorio, no tienen qué ver con el crimen organizado, mencionó.
Los decomisos ampliamente difundidos por los medios de comunicación en los últimos días son resultado del trabajo de la Policía Federal en coordinación con autoridades estatales y municipales, así como la cooperación internacional, resaltó.
\”Es resultado de un trabajo de inteligencia, labores de gabinete y de campo y lo que hemos encontrado es que hoy en día la presencia de armas de fuego está asociada con la violencia, lo que en años anteriores no se observaba\”, añadió.
En el pasado no muy lejano \”no encontrábamos factores de ese tipo, el uso de la violencia es un elemento que se incorpora a mediados de la década de los 90\”, añadió.