Nos dice Jorge Fernández Menéndez en sus Razones de Excelsior, \”que con todo el ruido que se ha generado en torno a la investigación, con tantos capítulos oscuros, del secuestro y el asesinato del niño Fernando Martí, con la caída de algunas bandas de secuestradores en el Estado de México, con la confusión que se percibe en las áreas de seguridad tanto en el ámbito federal como local, quedó desplazado de la atención de las autoridades el secuestro de Silvia Vargas, la hija de Nelson Vargas que está desaparecida desde hace un año.
El caso es terrible: casi un año sin noticias de esta jovencita que fue secuestrada en el sur de la ciudad, cuando se dirigía a la escuela donde estaba concluyendo la preparatoria. Nelson y su familia el miércoles, en una conferencia de prensa dramática, exigieron saber el destino de Silvia. Tienen todo el derecho de saberlo. Y las autoridades tienen la obligación de otorgarle a ellos, y a todos nosotros, también una respuesta.
La semana pasada, el Secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, durante una entrevista radiofónica en la que habló del aseguramiento de una banda de secuestradores en Tultepec, Estado de México, denominada \”Los Cruces\”, dijo que podrían ser responsables de la muerte de Silvia, ya que su cabecilla había declarado el asesinato de una jovencita meses antes de su detención.
Ese día, \”García Luna dejó entrever que la mujer asesinada pudiera tratarse de Silvia Vargas, hija de Nelson Vargas, quien ayer cumplió un año de desaparecida. Sin embargo, dijo no tener elementos en este momento, porque no han logrado conocer de la identidad de la persona que ellos mataron. Pero por tratarse de una banda que operaba en el sur de la ciudad de México, podría ser el caso esta joven\”.
Ni tarde ni perezoso, Nelson Vargas salió por la mañana a desmentir al funcionario y dijo que ninguna autoridad tiene información certera sobre la muerte de su hija.
Llama la atención que ni el ex titular de la Conade, ni su esposa, ha querido decir a ningún medio qué autoridad es la que se ha encargado de las investigaciones. Apenas ante López Dóriga dijo que desde un principio habían tomado conocimiento del caso tanto las autoridades del Distrito Federal y las federales, pero no especificó y cuando se le preguntó -al igual que su esposa- concretamente cuál de ellas es la que tenía a su cargo el seguimiento de caos, ambos, evadieron la respuesta.
Efectivamente, como comenta Fernández Menendez, toda la sociedad merece la atención de una respuesta por parte de las autoridades, pero también merece la cortesía de parte de la familia Vargas Escalera de dar cuenta de con quien tratan, dado el grado de desconfianza social que vivimos en México en estas últimas semanas, en que las corporaciones policiacas son las menos recomendables, o es que también ¿el caso está en manos de intermediarios, como lo fue el caso del joven Martí?.