Las cosas cada vez se le complican más al Procurador General de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera por el caso Martí. Por la mañana, en entrevista televisiva, sostuvo que Sergio Humberto Ortiz Juárez, alias El Apá no tiene vínculos directos con el secuestro del hijo del empresario Alejandro Martí y por la tarde la dependencia a su cargo aseguró que habría sido dos células de la organización criminal las que habrían intentado cobrar de manera simultánea el rescate de más de cinco millones de pesos que se acordó con la familia, y que por ello no se sabe nada del destino del dinero, que detonó finalmente al frustrarse las negociaciones.
Mancera señaló que el presunto líder de la banda de La Flor, Humberto Ortiz, sí pertenece a la estructura criminal que secuestró al hijo del empresario Alejandro Martí, pero lo que no está claro es cuál fue su participación en la operación del plagio, que finalmente se convirtió el asesinato.
El procurador capitalino rechazó que existan contradicciones con las autoridades federales tras de la detención de dos de los integrantes de la banda de Los Petriciolet, acusados del plagio y muerte de Fernando Martí.
"Se tienen los elementos principales para que se dictara el auto de formal prisión. La casa de seguridad, el modus operandi, la voz de negociador, la forma de llevar a cabo la negociación y las imputaciones concretas. Ninguno de los procesados esta acusado del homicidio, sólo de haber secuestrado a Martí", dijo.
Explicó que las acusaciones se sustentan en que El Apá fue identificado por una de las víctimas de los siete secuestros que se le atribuyen a la banda de La Flor, que se trata de una persona que estuvo en la misma casa de seguridad, en la delegación Tlalpan, donde se retuvo a Fernando, que fue asegurada por la Policía Federal.
Añadió que en ese caso la persona secuestrada reconoce y asegura sin temor a equivocarse que la voz que negoció el secuestro de Fernando Martí es la misma que trató su propio caso.
"Esta persona secuestrada (por El Apá) reconoce la misma casa de seguridad del caso Martí y también ese evento coincidió con la misma voz de la negociación, es decir, es el mismo negociador" , sentenció.
En este contexto, el titular de la PGJDF sostuvo que es la "casa de seguridad y el modus operandi la que ligan a Ortiz Juárez con la columna vertebral responsable del secuestro de Fernando Martí.
Consideró que lo anterior son elementos de prueba y de investigación suficientes para vincular a Ortiz Juárez con este grupo delictivo, pese a que no haya tenido una intervención directa en labores como el "levantamiento" , cuidado o ejecución del joven.
Mancera Espinosa explicó que en el caso de la ex agente federal Lorena González Hernández, ésta fue reconocida directamente por el escolta de Martí, a quien intentaron asesinar los plagiarios.
El titular de la PGJDF señaló que en el caso de los otros cinco involucrados y consignados, hay diversos elementos de prueba que los vinculan con los distintos casos de secuestro, como llamadas de teléfonos celulares, el robo de los autos donde eran abandonados los cuerpos, el modus operandi" , entre otros.
Reveló además que en el caso de Noé Robles Hernández, presunto integrante de la banda de Los Petriciolet, detenido por agentes federales y a quien se atribuye el homicidio de Martí y de otros secuestrados, han surgido ya elementos que comienzan a vincularlo con los casos.
"Cuando menos cuatro, si no es que cinco víctimas (de los secuestros que se imputan a La Flor) reconocen también haber visto a este señor Noé" , subrayó.
Otros cobraron el rescate
Ya por la tarde, autoridades de la PGJDF, sostuvieron que en secuestro y muerte del joven Fernando Martí, habría participado dos células de la organización criminal y que ambas habrían intentado cobrar de manera simultánea el rescate de más de cinco millones de pesos que se acordó con la familia.
Señalaron que de acuerdo con lo referido por el trabajador de la familia encargado de entregar el dinero, en el trayecto se recibieron órdenes contradictorias de parte de otro grupo con el que no se negoció originalmente.
La familia Martí acordó, tras una serie de negociaciones, el pago de cinco millones 125 mil pesos con los secuestradores, a cambio de la liberación de Fernando.
El 12 de junio de 2008 el dinero pactado fue abandonado dentro de un vehículo en el cruce de División del Norte y Río Churubusco, por un trabajador de la familia quien recibió las instrucciones a través de un teléfono celular. Sin embargo, el dinero al parecer no fue recogido por la célula que desde el principio negoció con la familia el pago del dinero, sino por otro grupo de la misma organización delictiva que también estaba enterado del secuestro.
Según la información con la que cuenta la Procuraduría capitalina, el día del pago del rescate un primer grupo se comunicó con el trabajador indicándole que el dinero tendría que ser dejado en la zona norte de la ciudad.
No obstante, minutos después se puso en contacto otra "célula" distinta, y refirió que el dinero lo tendrían que dejar en la zona suroriente, donde finalmente fue colocado dentro de un vehículo, en el mencionado cruce.
Las autoridades presumen que los cinco millones 125 mil pesos fueron recogidos por este segundo grupo, el cual no lo había entregado a los negociadores originales de la banda, presumiblemente por una ruptura entre la organización delictiva.
El presunto autor material del homicidio del joven Martí, Noé Robles Hernández, integrante de la banda de Los Petriciolet declaró a los agentes federales que lo detuvieron que le "ordenaron asesinar al joven" porque no se pagó el rescate.
Después del 12 de junio de 2008, los secuestradores rompieron gradualmente el contacto con los familiares de Fernando Martí, hasta que finalmente los contactaron nuevamente.
El cuerpo sin vida del menor apareció mes y medio después dentro de la cajuela de un vehículo en el sur de la ciudad.
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