Ejecutan a dos internos en el penal de Culiacán, Sinaloa

Dos reclusos del penal de Culiacán, ingresados el 16 de agosto pasado al área de enfermería, y quienes formaban parte del un grupo de gatilleros, “Los Charritos”, fueron ejecutados por varios internos los cuales hirieron al guardia de vigilancia.

Los ahora occisos, Francisco Javier Beltran León y/o Francisco León Nuñez y Alonso Reyes Ochoa, fueron llevados al reclusorio de la capital sinaloense después de enfrentarse a tiros con agentes locales y elementos de la Agencia Federal de Investigaciones, durante el cual resultaron heridos y por ello tuvieron que ingresar a la enfermería del Centro de Ejecuciones de las Consecuencias Jurídicas del Delito.

De acuerdo con los reportes de las autoridades, varios internos hasta ese lugar, con una pistola lesionaron al guardia, Constantino Acosta y luego les dispararon a los internos con un arma calibre 380, la cual no ha sido recuperada.

Un interno de nombre, Óscar López López, es identificado como uno de los presuntos autores materiales del doble homicidio en el reclusorio.

Según el expediente de los hoy occisos, estos junto con varios hombres más, el día dos de agosto pasado, ejecutaron a tiros a Jaime Ernesto Segura Felix, en la colonia los Alamitos de esta ciudad, en su huida, se toparon con elementos de la Policía Estatal Preventiva que se desplazaban en la patrulla 1242.

El grupo armado que se desplazaba en dos unidades, se dividió, los ocupantes de un Jeep Cherokee, hicieron frente a los agentes locales, los cuales, fueron reforzados por elementos de la AFI que se encontraban en esa zona.

Durante el enfrentamiento, uno de los sicarios, de nombre Horacio Beltran León, murió en el lugar de los hechos, en tanto que los otros dos resultaron lesionados, así como los policías estatales, Ignacio Martínez Coronel, Rosario López Beltrán y una mujer que en forma circunstancial fue alcanzada por una de las balas.

Tanto Horacio Beltrán, quien resulto muerto, como Francisco Javier, son hermanos de Rubén Beltrán León (a) el Charrito, miembro de una de las células del cartel de Sinaloa, quien el año pasado fue rescatado a tiros de un hospital, donde había sido enviado por personal del reclusorio a una cirugía.

Meses después, este peligroso sicario fue capturado por el ejército en una casa de seguridad en el fraccionamiento Canaco, de esta ciudad, con dos hombres más, fuertemente armados, por lo que fue enviado a un penal de máxima seguridad del Altiplano. (El Universal)

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