Ejecutan a Silva Raquenel, la abogada del narco, en Monterrey

Finalmente y luego de por lo menos cuatro atentados contra su vida, Raquenell Villanueva Fraustro, quien fuera caracterizada por la defensa de gente mezclada con la delincuencia organizada, fue ejecutada este mediodía, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, cuando caminaba por una plaza comercial.

De acuerdo con datos preliminares, la litigante, que se destacó por ser testigo protegido durante el caso que llevó a la captura del narcotraficante Juan García Abrego, caminaba por pasillos de la llamada Pulga Río cuando al menos tres sujetos con armas AR-15 dispararon sobre Villanueva Fraustro y huyeron.

Agentes de las policías Ministerial y Federal, así como elementos del grupo SWAT llegaron al lugar de los hechos y acordonaron el área, para iniciar las investigaciones.

La polémica abogada, Silvia Raquenel Villanueva Frausto, nació el 26 de junio de 1954, en la ciudad de Monterrey, fue la segunda de una familia de seis hijos, quería ser química, pero no la aceptaron en las preparatoria de la UANL.

Estuvo en la Procuraduría de Justicia estatal, luego fue actuario de una sala penal, para después ser secretario de un juzgado familiar, así inició su carrera litigando asuntos familiares y penales, que era su fuerte.

Pero tiempo después se enroló con personas involucradas en el narcotráfico, donde obtuvo varios litigios relevantes, motivos por los que sufrió cuatro atentados en su contra, sin que se supiera quienes eran los promotores o ejecutores de los mismos.

Los Antentados contra su vida

El 13 de mayo de 1998, una bomba de fabricación casera estalló afuera de su despacho, lo que causó severos daños al inmueble; se mencionó que fue una venganza ordenada por el ex jefe del cártel del Golfo, Juan García Abrego, ya que ella fue la intermediaria entre los efectivos de la ahora extinta Policía Judicial Federal (PJF) y quien presuntamente lo traicionó para que lo detuvieran, Carlos Reséndez Bertulucci, operador financiero de dicho organización delictiva. (Héctor, A. González, esp.mexico.org, 09102007)

La abogada Raquenel Villanueva defendió a Carlos Reséndez Bertolucci, quien fue detenido bajo el cargo de ser el operador financiero del Cartel del Golfo. De acuerdo a versiones Reséndez Bertolucci delató al jefe del Cártel del Golfo, Juan García Abrego, quien fue detenido el 14 de enero de 1994 en un finca ubicada en el municipio de Juárez, Nuevo León.

El 23 de marzo de 2000, Cuauhtémoc Herrera Suástegui, ex funcionario de la Procuraduría General de la República acude al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con su chofer y dos de sus guardaespaldas, para recoger a la abogada Silvia Raquenel Villanueva, quien lo acompañaría a comparecer ante la entonces Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos contra la Salud (FEADS), para aclarar su presunta relación con narcotraficantes.

Alrededor de las 17:10 hrs, se dirigieron al hotel Imperial, ubicado en Paseo de la Reforma, número 64; al ingresar a la entrada principal varios sujetos los esperaban para dispararles. Los sujetos huyeron, sin embargo fueron detenidos en un operativo de rastreo.

Como resultado de esta acción resultó muerto el chofer Jorge Chávez Aguirre. La abogada Silvia Raquenel Villanueva, recibió dos disparos uno en la espalda y otro en la cabeza. Delfina Vilchis, quien también es abogada, recibió una de las balas en la pierna. El ataque provocó graves heridas a Herrera Suástegui que a la postre lo llevarían a la muerte.

El 31 de agosto de 2000, Silvia Raquenel Villanueva, fue nuevamente atacada en su despacho ubicado en Monterrey, Nuevo León. La abogada recibió trece impactos de bala, cuatro de ellos la hirieron en un muslo, una en el estómago, otro en el glúteo y una más le rozó la cabeza, las siete balas restantes fueron incrustadas en el estómago. Ninguno de los impactos daño algún órgano vital.

El 14 de noviembre del 2001 Raquenel Villanueva es víctima de un cuarto atentado en su contra, a las afueras de los tribunales del distrito de Monterrey. Tres sujetos dispararon contra la abogada desde el interior de un auto modelo Tsuru, pero los impactos no lograron hacerle daño.