Alerta Periodística

México, secuestrado por la inseguridad

¿El Amor es un Pecado?

Por Óscar Hernández H.

Hoy, como todos los domingos, fui a misa, fui a refugiarme un poco en ese lugar de quietud, relax y reflexión.
\"\"Le pregunté a Dios si el amor es un pecado. Lo cuestioné en torno a si mi proceder en la vida está errado. Lo interrogué sobre el por qué de tanta incertidumbre en mi vida.
Obviamente, como era de esperarse, no hubo respuesta de su parte, pero sí reacciones en mí.
Me topé nuevamente sólo, frente a un alto, inmenso, pero precioso altar, que me invitaba a ser yo, a actuar conforme se me presentan las cosas en mi diario devenir.
Ayer, le dije, me pasó lo que ya conté. Buscaba una fotografía de un viejo compañero de Canal Once.
Junto a mí estaba ella, esa mujer que me ha acompañado durante los últimos meses y se ha solidarizado conmigo, quizá esperando que yo responda con amor, amor que tal vez nunca encuentre en mí, porque ese sentimiento desapareció hace unos meses más.
Se desconcertó con la aparición de una foto diferente a la que buscaba. Apareció repentinamente una pareja, sentada en aquel restaurante del viejo Cancún, festejando algo que ella no sabía, pero que se imaginaba como un aniversario, de qué, no sé, pero un aniversario, según comentó.
Sería porque en la mesa estaba ese pastel con una velita, que no precisamente describía una temporalidad, sino que marcaba simplemente un festejo, un aniversario, un año más, pero que ella entendió de otra forma.
Se fue. Salió, como muchas otras ocasiones, azotando la puerta, sin decir más, sin permitir, que en un acto de caballerosidad la acompañara a la puerta de su automóvil, como en otras ocasiones. Se fue simplemente.
Seguramente estará muy enojada, sentida consigo misma, refregándose en la conciencia cuanto recuerdo pueda tener de la otra, de esa mujer que muchos califican de fea, pero que nadie sabe ni conoce a fondo, de esa mujer que en un momento de mi vida, formó parte de la misma.
Esta mujer que ahora se burla y no precisamente por lo que fue, sino porque sus chivas, bueno las de su padre, ganaron un campeonato más del futbol mexicano. Esta fémina que ni siquiera se entera de lo que sucede y provoca sin hacerlo.
Por eso le preguntaba a Dios sobre el amor. ¿Qué tiene que ser como una u otra quiere que sea?, o ¿debe ser un sentimiento libre y genuino? ¿Qué no debe entregarse a quien de verdad lo merece? o sin merecerlo ¿lo tiene comprometido?
Son preguntas que nunca tendrán respuestas. Simplemente sé que ahora, nuevamente estoy sólo, en mi casa, reflexionando sobre el por qué cuando uno quiere llevar la fiesta en paz, las cosas resultan igual que siempre y todo por los malditos celos femeninos, por esas inseguridades que crean un entorno turbio y obscuro, maldiciente y feroz y que no llevan a otra cosa, más que a la ruina sentimental de quien los influye.
Ellas sabrán porque actúan de esa forma. Yo estaré siempre atento a recobrar mi confianza y seguridad, que por cuestiones de inactividad laboral he detenido en cierto nivel y mantengo inactivos por lo mismo.
Las cosas cambiarán. El amor, sé, que siempre lleva a estadios de la vida positivos y el camino tiene un fin… Allí estaré para toparme con ese destino que me marca la vida.
Mientras seguiré esperando la respuesta de Dios, que aunque sé que no será verbal, si la habrá en el diario pasar de mi vida.
Y el próximo domingo, como todos, estaré en la iglesia tratando de encontrar una respuesta a mi pregunta sobre si el amor es un pecado.

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