El semáforo aduanal no pudo ser más inoportuno para la costarricense Erika González Campos, ya que una revisión de rutina, cuando ya había un buen tramo de su recorrido sin ser detectada, puso al descubierto dos kilo de cocaína que traían bien adheridos al cuerpo.
De acuerdo con la dependencia, los uniformados realizaban una revisión de rutina a un camión y pidieron a los pasajeros bajar para pasar al sistema de verificación aleatoria (semáforo fiscal). A Ericka le tocó rojo, por lo que al percatarse que sería revisada, mejor confesó su fechoría.
Ella es una mujer nacida en Costa Rica, de 35 años de edad, y después de ser detenida por elementos de Inspección Fiscal y Aduanera comisionados en Frontera Talismán, ahora tendrá que responder ante las autoridades mexicanas por la presunta comisión del delito contra la salud en su modalidad de posesión, introducción, con fines de comercialización.
La cocaína la traía en envoltorios debidamente confeccionados, de tal manera que se amoldaban a su cuerpo para pasar desapercibidos en la parte baja del vientre y una más entre las piernas.
La mujer fue puesta a disposición del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Procuraduría General de la República (PGR), bajo los cargos de delitos contra la salud, en su modalidad,