En 10 días, detenido, liberado y ahora muerto, al lado de su madre, a la que asesinó

\"MédicoEl pasado 18 de marzo, un ex policía estatal, que en ese momento se desempeña como médico general en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue detenido en la colonia Chapalita, en Guadalajara, Jalisco, en posesión de diferentes armas de fuego y blancas, así como partes de uniforme con siglas del FBI y de la policía estatal, además de otros implementos de orden sexual.

El 23 de este mismo mes fue liberado tras haber pagado una fianza y sin haber pasado a manos de las autoridades federales por la posesión de los uniformes policiales ni las armas, como lo establece la ley.

Hoy, en su domicilio particular se quitó la vida, después de haber asesinado a su madre, en la colonia Prados Vallarta.

Así se escribió la historia de un hombre, identificado como Juan Carlos Cordero Aubert, de 39 años, quien fue encontrado sin vida, al igual que su madre, al interior del departamento 18, del edificio marcado con el número 4910 de la calle de Héctor Berlioz, casi al cruce con la avenida A las Montañas, en la mencionada colonia del municipio de Zapopan.

Falta todavía que las autoridades confirmen las identidades de ambos cuerpos encontrados por la mañana de este lunes, ya en estado de descomposición.

Los cuerpos de rescate que acudieron al lugar, describieron al cadáver encontrado como el de un hombre de entre 40 y 45 años de edad, mientras que el de la mujer de alrededor de 65 años.

Las autoridades no han querido apresurarse a la identidad de ambos cuerpos, pero extraoficialmente se conoció que el hombre es precisamente Cordero Aubert , quien habría discutido previamente con la mujer, al parecer su madre, en días posteriores a sus salida de la prisión  preventiva en la que se encontraba.

Vecinos del edificio comentaron que días atrás se escucharon gritos de ambos al interior del departamento; no recuerdan haber escuchado detonaciones de arma, por lo que podría haberse utilizado silenciador en el arma empleada, aunque por el estado de descomposición de los cuerpos, no se pudieron apreciar cuantos impactos recibió cada uno de ellos.

Fueron sólo cinco días de que dejó la prisión este hombre y de ahora que se encontraron los cuerpos. Cinco días que bien pueden contemplarse como apenas poco más de cien horas que separaron de la vida a una mujer y aun hombre, quizá por una omisión judicial.

Falta ver qué dirá la esposa de este ex policía-médico, que fue quien pagó la fianza para ponerlo en libertad nuevamente y que dirá el juez que lo dejó libre antes de ponerlo a disposición de la Procuraduría General de la República, por la posesión de armas de fuego y de uniformes policiacos; una omisión que hoy costaron dos vidas.

Las circunstancias del homicidio y el suicidio, de confirmarse los hechos como se narran, fue premeditado, dado que de acuerdo con información de los bomberos, la puerta fue atrancada con varios objetos para dificultar el acceso al departamento.

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