Encuentran la muerte entre mariscos

Dos hechos de sangre caracterizaron a restaurantes de mariscos en dos puntos opuestos de la República Mexicana. En Tijuana, Baja California, dos hombres murieron tras ser baleados por un comando que intentó “levantar” a uno de ellos; mientras que en El Palomar, en el municipio de Zapopan, Jalisco, otro sujeto fue acribillado en el exterior de “El Carnal”, luego de que fue sacado por una mujer con engaños del lugar.

En Tijuana, según el reporte de las autoridades, el ataque se registró alrededor de las 12:30 horas del martes, en la negociación Cocktelera La Pulmonía, ubicada sobre la calle Oscar Baylón Chacón del fraccionamiento El Dorado.

En el lugar fue asesinado Carlos Martín Soto Sandoval, de 31 años, quien recibió múltiples impactos de bala percutidos por armas de grueso calibre; el otro hombre, quien murió en una clínica, no ha sido identificado.

De acuerdo con testigos, los asesinos, quienes iban abordo de una camioneta oscura, pretendieron privar de la libertad al hombre de 31 años, pero al resistirse fue asesinado; el hombre quedó tendido entre las mesas de plástico color rojo.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que en la escena del crimen se recolectaron ocho casquillos percutidos calibre 7.62 X 39, los cuales son utilizados comúnmente por los rifles conocidos como “cuerno de chivo”, así como dos .223 utilizados por los rifles AK-47.

El pasado 15 de diciembre cinco personas fueron acribilladas en el interior del restaurante de mariscos Wichos Tacos, ubicados a unos metros de la Universidad Autónoma de Baja California, en el lugar falleció una joven estadounidense.

En El Palomar matan a otro

A cientos de kilómetros de distancia, ya en el occidente del país, otro hombre, identificado como Francisco Alatorre Padilla, de 38 años de edad, murió a manos un sujeto que le disparo en la cabeza, después de que con engaños fue sacado del restaurante El Carnal, ubicado sobre la avenida López Mateos, en la salida a la carretera a Morelia.

Este individuo, se encontraba comiendo en el lugar en compañía de una mujer de nombre Diana Sáenz González, cuando otra persona del sexo femenino se acercó a ellos, entabló una breve plática con Francisco y lo condujo hasta la puerta, donde ya lo esperaba otro sujeto, quien, sin vacilar disparó a la cabeza y lo mató al instante.

Aproximadamente a dos metros del cadáver quedó un casquillo de bala del calibre .9 milímetros, mismo que fue fijado como indicio del crimen por parte de peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.

La acompañante de Francisco fue conducida ante el Ministerio Público para que rinda su declaración y se busquen motivos por los que pudo haber sido asesinado su compañero.

Ambos viajaban en una camioneta de lujo, marca BMW–X5, en color blanco, con matrícula de circulación 319–SDK, del Distrito Federal, la cual era propiedad del fallecido, la cual fue asegurada en el estacionamiento del lugar.