Silvia Otero / El Universal
El golpe ha sido brutal. Los cárteles mexicanos han dejado de ganar 71 mil millones de pesos pues autoridades federales les han incautado una cuarta parte del total de drogas que pretendían poner en el mercado.
Información de la Secretaría de Seguridad Pública Federal detalla que en la presente administración cada una de las organizaciones criminales del narcotráfico ha sufrido pérdidas de activos y capturas que las han llevado a debilitarse y a iniciar una encarnizada lucha por el control de mercados de narcóticos.
Sus datos ubican al cártel del Golfo como el grupo del narcotráfico más violento y peligroso del país, aunque también ocupa el primer lugar en golpes que ha recibido a su estructura, ya que de 157 capos de alto nivel y operadores externos detenidos en esta gestión, 81 pertenecen a esa organización.
No obstante, otros grupos criminales se han visto menos afectados en la ofensiva del Estado, pues a pesar de que el cártel de Juárez es considerado como “la organización que en la actualidad ocupa un segundo lugar en el escenario del tráfico de drogas”, durante esta administración sólo han capturado cinco integrantes.
La información de la SSP federal deja en claro que la estrategia contra el crimen organizado también busca mermar sus finanzas.
Los decomisos de droga a estos grupos criminales en esta gestión, equivalen a más de la cuarta parte del volumen de narcóticos que comercializan los capos mexicanos —que se estima en mil toneladas al año—, arrebatándoles ganancias superiores a 71 mil millones de pesos, de acuerdo con calculo al precio que tendrían las más de 272 toneladas aseguradas, en su venta al menudeo en el mercado negro de Estados Unidos.
Esta cantidad es superior al presupuesto de varias secretarías de Estado. Por ejemplo, es casi cuatro veces mayor que el de la SSP Federal, de 19 mil 711 millones; al gasto de la Secretaría de Salud, 69 mil 426 millones y de Sedesol, de 50 mil millones de pesos.
A esta cifra de pérdidas del narco, se suman los aseguramientos de dinero en efectivo superiores a 224 millones de dólares y 16 millones de pesos, que se afirma, han desestabilizado sus redes financieras.
La respuesta del crimen organizado se tradujo en una cifra oficial de 4 mil 135 ejecuciones —desde el inicio de esta gestión hasta mayo de 2008—, en un intento por mantener el control de los territorios, y como mensaje de intimidación, reconoce la SSP.