A siete años de la tortura y asesinato de un empresario, y cuatro de la publicación de una novela, donde se narra a detalle el mismo hecho, la policÃa de Polonia se encuentra en una encrucijada, toda vez que no concluyen si el asesino fue precisamente el autor de Amok.
La historia es verdaderamente interesante y está como para llevarla al cine, como aquella donde Sharon Stone y Michael Douglas, protagonizan precisamente a una escritora y un agente de la policÃa, donde se investiga un crimen similar al relatado en el libro que escribe ella, por lo que se considera sospechosa del mismo.
Y es que en los hechos de ahora, las investigaciones han llevado a la policÃa polaca a creer que Krystian Bala, autor de Amok en 2003, pudo ser quien cometiera el asesinato de Dariusz J. tres años antes, quien entre otras cosas era amante de la esposa del escritor.
Datos conocidos por los agentes encargados de la investigación dan cuenta de que Bala conoce detalles que sólo ellos, o quien cometió el crimen, podrÃan conocer y que son revelados en el libro, lo que lo hace ser el principal sospechoso.
Desde diciembre de 2000, cuando apareció el cadáver mutilado de Dariusz en el rÃo Oder, cerca de la frontera entre Polonia y Alemania, la policÃa comenzó las investigaciones sin obtener resultados positivos, pero una serie de correos procedentes de Indonesia y Korea, donde hablaba del \”crimen perfecto\”, alertaron nuevas pistas.
Cinco años después, una llamada anónima sugirió la lectura de Amok, en el que encontraron sorprendentes similitudes entre la novela y la realidad. Ello llevó al arresto de Bala, quien tuvo que ser puesto en libertad por falta de pruebas, pero la policÃa no cedió en su intento por descubrir la verdad.
Ello llevó las indagatorias hasta encontrar que Bala habÃa estado en los paÃses, y en la época, en que se originaron los correos electrónicos; que vendió un celular idéntico al de la vÃctima y que éste habÃa sido amante de su esposa, quien califica al escritor polaco como obsesivo y controlador.
Los jueces deberán dar el veredicto en los siguientes dÃas, mientras los abogados han declarado que las pruebas son circunstanciales y que no hay sustento para llevar su cliente a prisión.