Alerta Periodística

México, secuestrado por la inseguridad

Frustacion ante a la derrota de México con EU por 2-0

POR Óscar Hernández H.

México, D. F. 07 febrero de 2007.- Enojados, frustrados, maldicientes, pero derrotados al fin, salieron los jugadores y entrenador de la Selección mexicana del estadio de la Universidad de Phoenix, en Arizona, tras la derrota que les propinó el equipo de Estados Unidos, que una vez más comandados por Landon Donovan gozaron lo que significa el triunfo sobre el equipo nacional por 2 goles contra cero.\"\"

Un partido donde quedó manifiesto que los mexicanos arman muy bien sus embestidas pero que falta capacidad en los delanteros para conectar el balón y mandarlos al fondo de las redes, cosa que sí supieron hacer los estadunidenses en dos ocasiones.

Desde la primera parte del encuentro, celebrado en la ciudad de Phonenix, ante un estadio pleno de compatriotas, que apoyaron en todo momento la causa de Hugo Sánchez, la oncena tricolor demostró tener ganas, voluntad y capacidad para enfrentar a los grandes.

Un equipo armado con lo mejor que tiene el fut bol nacional, con Oswaldo Sánchez en la portería, con una defensa que muchos envidiarían con Gonzalo Pineda, Rafael Márquez, Carlos Salcido y Ricardo Osorio.

Una media envidiable para otros tantos, con Pavel Pardo y Gerardo Torrado como contenciones y Alberto Medina y Ramón Morales como carrileros. En la delantera Cuauhtémoc Blanco y Jared Borgeti.

Un fut bol lineal, de profundidad, que en varias ocasiones provocó peligro en la portería contraria; jugadas espectaculares como las que ofrece Cuauhtémoc Blanco con sus clásicos toques de taconcito, pero que el final de cuentas no fructifican los centros de Alberto Medina, porque Jared Borgeti quien parece perderse una vez más en el rectángulo del área. Una y otra vez no conectó con el esférico como debiera para anotar el ansiado gol.

Para el segundo tiempo las cosas cambiaron totalmente; era cosa de esperar un error y éste se presentó en la zaga mexicana. El otrora sorprendente defensa mexicano, Carlos Salcido no se encontró nunca en la cancha, tanto que falló en su cobertura a un centro de Donovan y el balón cayó, cual redondito, sobre la cabeza de Jimmi Conrad, quien sólo la chocó y la anidó lejos del alcance de Oswaldo.

Pero las cosas no quedarían ahí. Ya con los cambios realizados por el técnico, quien decidió la salida de Blanco, Morales y Medina y el ingreso de Omar Bravo, el kikín Fonseca y el Bofo Bautista, en la búsqueda de un mejor ataque, el equipo tricolor se fue hacia adelante, abrió más espacios y creo condiciones de gol.

Omar Bravo, como parece ya su costumbre en los grandes encuentros, falló en dos ocasiones a centros prácticamente de medio gol. Andrés Guardado hizo lo suyo, corrió, dribló, embistió y lanzó los centros requeridos, pero los delanteros nunca encontraron la forma de conectar hacia las redes.

Hacia el final, la frustración fue aun mayor, cuando e\"\"l enemigo número uno de los nacionales, aquel que llega a los campos de entrenamiento de nuestro país y se orina entre los arbustos, se llevó un balón desde la media cancha, encaró a la defensa y después dejo pasmado a Oswaldo Sánchez, quien con un esfuerzo inútil, permitió el paso de Donovan para que sólo empujara el esférico y este se metiera en el fondo no únicamente de la portería sino de todos los presentes en el estadio y de quienes veíamos el partido a través de la televisión y el Cine, porque hasta a la pantalla grande llegó la expectación.

A la salida un Hugo Sánchez que le puso como colofón a su decreciente muestra de triunfalismo una frase que concretó en “es frustrante”, dijo que los mexicanos jugaron mejor, pero que los estadunidenes anotaron y en el fut bol los partidos se gana con goles.

Rafael Márquez, Pavel Pardo, Ricardo Osorio, Carlos Salcido y Nery Castillo, este último sin jugar por una lesión en el tobillo, tendrán que regresar a los países donde juegan actualmente con ese dejo de infelicidad que les crea el perder ante Estados Unidos, porque como dicen duele perder, pero más ante ellos.

Cuauhtémoc Blanco tampoco ocultó su tristeza por la derrota sufrida y dijo, al igual que algunos de sus compañeros, que esto apenas comienza y que hay que tener confianza en el seleccionado, porque con el fut bol que realizan pronto comenzarán los triunfos.

Oswaldo Sánchez demostró una vez más no saber perder. Como en muchas otras ocasiones cuando se ve abajo en el marcador arremete contra sus contrarios, como lo intentó al tirarle una patada a Eddie Jonson, tras el segundo gol anotado por Donovan. El árbitro no lo vio, porque de lo contrario lo echa para afuera.

El Bronx de Sánchez afloró cuando en su defensa dijo: “La verdad es que soy de barrio, me calenté y no me gusta perder con los Estados Unidos. Me vale madre lo que ellos vayan a decir”.

Así inició la nueva era del seleccionado nacional con Hugo Sánchez al frente, con una derrota que el mismo técnico nacional ya veía venir, cuando argumentó que la poca preparación no permitía abrigar grandes esperanzas para este encuentro. El Resultado lo demostró. El Pentapichihi se fue a dormir con la derrota a cuestas. Ahora a trabajar y dejar de hablar.

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