Finalmente, el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, responsabilizó sólo a uno de los ocho detenidos como el responsable de secuestrar el vuelo 576 de Aeroméxico; se trata de José Mar (o Marc) Flores Pereira, un predicador y cantante boliviano, de una secta religiosa cristiana, que dice tener como propósito \”liberar de la drogadicción a los jóvenes\” y quien lleva de radicar en nuestro país por lo menos 17 años.
De acuerdo con el funcionario federal –caracterizado por el montaje de operativos vistosos-, José Marc Flores Pereira, nacido en Santa Cruz, Bolivia, se identificó como pastor religioso y de acuerdo a las primeras investigaciones, estuvo recluido en su país de origen por robo a mano armada, drogadicción y alcoholismo.
García Luna adjudicó el presunto secuestro a que el boliviano fue influenciado por “el espíritu santo” y que dichas voces fueron las que lo llevaron a querer tomar el control de la nave, además que la fecha 09/09/09 para él significaba “666” si se ponía al revés.
Una vez en tierra, mencionó García Luna, el secuestrador boliviano dijo que el motivo del secuestro fue alertar a la ciudadanía mexicana de un próximo terremoto que iba a suceder en la Ciudad de México por lo que necesitaba una comunicación directa con el presidente Felipe Calderón.
José Flores Pereira negó que tuviera un artefacto explosivo consigo y señaló que \”el artefacto\” que traía eran latas de jugo que “llené de tierra y les puse una lucecitas\”, antes de ser retirado por los agentes federales que lo custodiaban.
El sujeto vive en el país desde hace 17 años, radica en Oaxaca y viajó de la ciudad de México a Cancún hace cinco días, donde participaría en actividades de emancipación y difusión de religión.
Sonriente, mascando chicle, en una breve entrevista luego de la conferencia ofrecida por el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, reconoció que estuvo en prisión en dos ocasiones cuando fue drogadicto y alcohólico. Negó pertenecer a alguna secta religiosa.
El secretario de Seguridad Pública dijo que aún se analizan los cargos que recibirá Flores Pereira por haber secuestrado el avión de Aeroméxico y haber detenido las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Flores Pereira llegó a México hace varios años, con un pasaje de ida pagado por sus padres, en una condición similar a la de un desterrado, pues sus familiares no querían saber nada de él porque era un cocainómano y alcohólico, según publica el diario Reforma
Su hermano había tenido una suerte similar y fue muerto a balazos en las calles de una ciudad brasileña, aparentemente por una riña de drogas.
Según sus testimonios disponibles en YouTube, Flores afirma que fue redimido \”por la palabra de dios\” y que gracias a su entrega a Jesucristo, dejó las drogas y el alcohol.
Con su estilo de oratoria, que raya en la histeria, expresa a sus seguidores mayormente jóvenes que cuando llegó a México deambulaba por las calles como un pordiosero \”causando lástimas descalzo y sin aliento de vivir\”, hasta que un día le hablaron de Jesucristo.
Hasta antes de este miércoles, en que se dio a conocer como un aeropirata, presumía ser un personaje que había salvado de las drogas a miles de jóvenes en Latinoamérica, \”por predicarles la palabra de nuestro señor Jesucristo\”.
Como cantante, ha grabado varios discos de música cristiana entre los que destacan \”Josmar le canta a su libertador\”, \”Los 10 mejores éxitos de música cristiana\”, \”El mojado\”, \”Gira 2006 en Oaxaca\”, \”Testimonios\” y \”Recuerdos\”.
Como publicamos en la nota inicial, testimonios de los pasajeros daban cuenta de que sólo uno de los sujetos, precisamente el de “camisa blanca y pantalón gris”, era el que se había levantado en varias ocasiones y quien mostraba un marcado nerviosismo. No había dado muestras de tener contacto con nadie más.
Sin embargo, al momento de la incursión de la Policía Federal al avión, fueron ocho las personas que se llevaron en calidad de detenidos, esposados y con las manos hacia atrás, Incluso uno de ellos, identificado como diputado del Partido del Trabajo, de los cuales el titular de la SSP no dio cuenta ni dijo si ya habían sido liberados y librados de toda responsabilidad.
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