Fue una explosión experimental la del domingo 11 de febrero

El domingo 11 de febrero escribí en este espacio que una fuerte explosión había cambiado la rutina de todos quienes habitan en la colonia San Rafael, principalmente de vecinos y de todos los que estábamos en el mercado que se pone sobre la calle de Sullivan y nos planteábamos la pregunta de qué era lo que había sucedido, porque a la vista no había nada.

Pues resulta que, efectivamente, en el Museo de El Eco se provocó una explosión, pero ésta fue experimental; se trató de una acción sonora del artista Mario de Vega, que formaría parte de un video a exhibir en la exposición Un Ensayo sobre la expansión y concentración del propio museo y de la cual no se informó a nadie.

La detonación provocó se esparcieran 25 kilos de cemento, una nube de polvo y un gran estallido, que por la condiciones del recinto sonó como si se hubiera tratado de una bomba. Esto ocasionó pánico y molestia entre los vecinos de la zona, quienes este lunes protestaron con grandes cartelones, que niños pusieron en el exterior del local.

No olvidemos que el viernes anterior al día de los hechos había circulado la amenaza que supuestamente hizo la Red terrorista Al Qaeda, lo que contribuyó al susto que se nos llevamos quienes a esa hora andábamos por el lugar.

Vecinos de los edificios aledaños salieron de sus departamento despavoridos ante el ruido que provocó el estallido y al darse cuenta de que había sido frente al Museo y de que en el mismo había cámaras de video grabando el hecho, se fueron contra el director del mismo y quienes realizaban su experimento.

Guillermo Santamaría hizo frente a los enfurecidos habitantes de la zona que eran encabezados, nada más y nada menos, que por quien fue cofundador del CLETA de la UNAM y por Óscar Moreno, ex integrante del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) famosos por su movimiento en busca de la democratización de la UNAM en años pasados y quienes tienen su domicilio en el 39 de la avenida Sullivan.

Los reclamos fueron de tal magnitud que tuvieron que llegar dos patrullas y un camión de bomberos; los policías se llevaron a la delegación al propio Santamarina, a de Vega, y a Arcángel Constantini, quines por espacio de ocho horas explicaron al Ministerio Público lo ocurrido.

También llegaron ante las autoridades judiciales Moreno, Cisneros y una vecina de nombre Josefina, quienes terminaron por desistirse de las acusaciones contra los responsables de la explosión, por no haberse provocado daño alguno ni en edificios ni en los exteriores del Museo.
Ayer, hubo una manifestación muy singular ante El Eco, donde niños plasmaron a su estilo el susto que les provocó el hecho del domingo 11 de febrero y que los dueños del mismos ofrecieron nunca más volverá a suceder; es más el video grabado ese día no será exhibido para no provocar más molestias entre los vecinos.

Finalmente, supimos qué pasó en ese domingo de mercado.