Iban por un narco de La Resistencia o del Cártel del Pacífico, en Tecalitlán

Él ataque en la plaza central de Tecalitlán, la noche de este viernes, que dejó como saldo 13 personas muertas y más de 20 heridas, tenía como objetivo a un capo del narcotráfico, que bien podría pertenecer al cártel de Sinaloa o a la llamada Resistencia, según revelan las primeras investigaciones del caso.

Hasta el momento se desconoce con certeza qué grupos participaron en el enfrentamiento, pero de acuerdo con fuentes extraoficiales la zona se la disputan la unión hecha por \”La Familia\”, Cártel del Milenio y del Golfo (La Resistencia), y el Cártel de Sinaloa.

La Procuraduría General de la República, delegación Jalisco, ya inició las averiguaciones pertinentes. El agente del Ministerio Público de la Federación dio paso a la averiguación previa, en lo que respecta a su competencia, contra quienes resulten responsables del enfrentamiento ocurrido entre civiles anoche en Tecalitlán, bajo sospecha de violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, dado que en el lugar se localizaron cartuchos y espoletas de granadas de fragmentación, de uso exclusivo de las fuerzas armadas nacionales.

El saldo oficial del ataque que derivó en enfrentamiento fue de ocho personas muertas en el lugar de los hechos, dos en hospitales y otra más fue localizada en una brecha cercana al kilómetro 139 de la Carretera Tecalitlán-Tuxpan.

Ésta última persona, identificado como Jesús Sandoval Lazarí, de 26 años, con domicilio en la Calle Juárez, en Tecalitlán, tenía heridas de arma de fuego, estaba cerca de una camioneta Mazda, placas JFK-7856, de color gris, que contaba con reporte de robo del 7 de noviembre y dentro de la cual se localizaron dos mantas, una con la leyenda: \”Nosotros no venimos a matar gente inocente, venimos por El Zopilote\”, y la otra decía: \”Nosotros no cobramos cuota\”.

Otros fallecidos han sido identificados como Samuel Sandoval Lazarí, de 28 años, quien podría ser hermano del anterior; Alejandro Contreras Espíndola, de 24, con domicilio en Coalcomán, Michoacán, y Miguel Galván Sánchez, de 24, vecino de Zapopan.

Cabe señalar que además, cinco de los fallecidos vestían ropa en color negro con portacargadores, pechera y botas de tipo operativo policial, aparte de que otro de los occisos portaban fornitura y funda para arma de fuego.

En el sitio quedaron varios cargadores de armas AR-15 y AK-47, así como dos espoletas, cuyos granadas habrían sido arrojadas en contra de las fachadas de negocios cercanos.

Hasta el momento se desconoce qué ocurrió con el presunto capo que estaba en las celebraciones Guadalupanas del municipio.

Elementos de la Policía Estatal aseguraron, a un kilómetro del acceso a esa cabecera municipal, 10 vehículos abandonados que presuntamente fueron utilizados en la contienda.

Dentro de ellos se localizaron tiendas de campaña y alimentos no perecederos, por lo que se especula que el grupo que llegó a atacar en la fiesta estaba acampando en la serranía cercana.

La Procuraduría aseguró una Blazer color tinto, con placas de Chihuahua; una Ford Lobo blanca, placas JR-45247; una Tacoma gris, JR-50040; una Dodge tipo Van blanca, matrícula JBU-2054; una Ford Lobo tinto, AM-85347; una F-350 tinto, JM-18815; un Mustang gris, con placas de Nebraska y una Expedition tinto, matrícula JHN-3309.

Todos los vehículos presentaban impactos de arma de fuego y los primeros tres están identificados como los que los agresores utilizaron.

Además se investiga si los dos cadáveres calcinados que aparecieron en un vehículo en una brecha cercana a Zapotiltic, guardan relación con estos hechos.