El miércoles pasado aparecieron los cuerpos de dos personas, una mujer y un hombre en un vehículo abandonado a un costado del canal de aguas negras de Santa Cruz del Valle, en Tlajomulco de Zúñiga, en Jalisco; al día siguiente, un par de menores, de los que omitimos publicar sus fotos por respeto a la personalidad y seguridad de ellos mismos, fueron encontrados por las autoridades deambulando por las calles de ese municipio. Desde entonces se dijo que podrían ser hijos del matrimonio asesinado. La Procuraduría estatal confirmó esto a la vez que identificaron a los fallecidos.
Se trata de Abundio Esquivel Larios, de 39 años, y su concubina María Elena Escutia Sosa, de 24 años, quienes fueron identificados por sus familiares, mismos que dijeron que ambos eran originarios del Estado de Michoacán, pero desde hace dos años residían en la calle Hacienda del Casco, en la colonia Villas de La Hacienda, en Tlajomulco de Zúñiga.
Las autoridades abrieron una línea de investigación en torno a la labor que realizaba Esquivel Larios , ya que según los parientes de estas personas, el hombre se dedicaba a la compra – venta de automóviles procedentes del extranjero, que él mismo adquiría en McCallen, Texas, a donde viajaba frecuentemente. Los carros eran vendidos en Jalisco.
Esquivel Larios fue identificado por su media hermana, María Rosa Partida Larios, en tanto que a la mujer, quien era ama de casa, la reconoció su tía Victoria Ramírez Escutia.
Con la identificación, los mismos familiares confirmaron que los menores encontrados en las calles del municipio de Tlajomulco, un día antes, son los dos hijos que la pareja procreó, de nombres Abundio Francisco y Lorenzo Antonio Esquivel Escutia, de 2 y 3 años, respectivamente, quienes se encuentran en una casa hogar, en Guadalajara, para posteriormente ser entregados a ellos y puedan crecer en el seno familiar, lo que cual tendrá que determinarlo, en Ministerio Público que sigue la causa.