Impunidad: sello de las ejecuciones

Reportaje Saldo de guerra. Investigaciones inconclusas y contadas detenciones marcan los casos de militares y policías muertos en la guerra contra el narco

Jésica Zermeño Núñez

Enfoque / Reforma

(10 agosto 2008).- El 14 de mayo de 2007 fue ejecutado el jefe de inteligencia de la PGR, José Nemesio Lugo Félix, en la Ciudad de México. Fue el primer alto mando policíaco asesinado del sexenio.

El embajador de Estados Unidos en México, Antonio O. Garza, lamentó en un comunicado la muerte del jefe de seguridad, y lo recordó como un hombre dedicado y profesional: \”(un) hombre de principios e incansable luchador contra el crimen\”.

Nueve meses después del homicidio, la PGR anunció que había identificado a los asesinos. \”Son delincuentes locales\”, dijo Víctor Corzo, subprocurador de Control Regional de la dependencia.

Sin embargo, aún no se sabe quién mató al entonces recién nombrado director del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) de la PGR. Luego de 44 meses no hay detenidos por el crimen.

El 8 de mayo pasado, a casi un año de la ejecución de Lugo Félix, la Ciudad de México volvió a ser escenario de la violencia del crimen organizado contra las fuerzas de seguridad. Fue ejecutado Édgar Millán, coordinador de Seguridad Regional de la PFP.

Al día siguiente, el presidente Felipe Calderón encabezó una ceremonia luctuosa en el Campo Marte para homenajear a Millán. Al evento asistió el gabinete de seguridad.

\”Nos encontramos reunidos para rendir homenaje al comisionado Édgar Eusebio Millán Gómez, quien con enorme entrega, voluntad y profesionalismo dedicó su vida para luchar en contra del crimen organizado\”, dijo ese día el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, recordando al funcionario de seguridad de más alto rango asesinado este sexenio.

Seis personas fueron capturadas, pero la PGR sólo pudo procesar a una por el asesinato, Alejandro Ramírez Báez, quien fue aprehendido en el lugar de los hechos por haberle disparado a Millán. Ramírez Báez confesó el crimen y se encuentra recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco.

Pero la PGR no pudo reunir las evidencias suficientes para procesar a los otros cinco detenidos por el homicidio. Tres salieron libres y uno, el policía federal José Antonio Martín Montes Garfias, presunto autor intelectual del asesinato, fue procesado por otros delitos.

Los homicidios de Lugo Félix y Millán se unen al de otros 27 elementos de las fuerzas de seguridad asesinados durante este sexenio que han merecido homenajes del gobierno de México o mensajes de condolencias de Estados Unidos.

Sin embargo, ni siquiera estos casos de mayor relevancia han sido resueltos: sólo hay 17 detenidos.

Además de los capturados por el asesinato de Millán, la justicia mexicana tiene en su poder a 13 consignados por la muerte de cinco militares emboscados el 1o. de mayo de 2007 en Carácuaro, Michoacán, que se encuentran recluidos en penales de ese estado aunque no se ha demostrado su relación con esos hechos, y un detenido por la ejecución de Roberto Velasco Bravo, director de Análisis Táctico de la AFI, ocurrida el 1o. de mayo pasado.

No se han reportado detenidos en los demás casos, entre los que se encuentran los homicidios de otros tres altos mandos policíacos: el director de Asuntos Administrativos del Estado Mayor de la PFP, José Aristeo Gómez Martínez; el coordinador del área de contrabando y piratería de la PFP, Igor Labastida Calderón, y el secretario de seguridad pública del estado de Hidalgo, Marcos Manuel Souberville.

De acuerdo con fuentes gubernamentales, la falta de resultados en la integración y consignación de las averiguaciones previas relacionadas con el narcotráfico fue uno de los elementos que propició la renuncia de Noé Ramírez Mandujano como titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), el pasado 31 de julio.

Sin embargo, al dar a conocer oficialmente su reestructuración interna y anunciar la llegada de Marisela Morales Ibáñez a la titularidad de la SIEDO, la PGR estableció en un comunicado que se enfocará en \”la atención especial y prioritaria\” de los secuestros. El esclarecimiento de los homicidios de elementos de seguridad no es prioridad.

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