Para un buen libro un buen café. Para una buena lectura un espacio adecuado, pero para un centro cultural el lugar debe ser el mejor y ya lo dicen sus creadores, La Condesa, es de excelencia, más cuando de conservar su tradición de Art Deco se trata.
No sólo eso, el lugar es maravilloso. Hay espacio para todo lo que la cultura puede incluir. Lo mismo se ve a los niños, que a los jóvenes y los adultos entretenidos en las lectura de las obras de actualidad.
Igual se pueden observar videos que adquirir lo mejor de la música y uno que otro periódico de los llamados nacionales.
Hay, además las áreas de lectura, donde además de poder sentarse a leer la obra de su predilección, se puede uno dar tiempo para el romance o el coqueteo.
Y sÃ, porque es un lugar situado enmedio de lo que ahora se convertido en el centro de reunión de muchos, a unos pasos de los restaurantes de moda o de los cafés del momento.
Entre los visitantes hay de todo, intelectuales, músicos, periodistas, amas de casa, estudiantes, profesores, académicos, pero también los hay amantes del café aromático, espumoso, sabroso.
El Centro Cultural Bella Época, del Fondo de Cultura Económica, está inmerso en lo que era el cine Lido, un local que no pudo ser derrumbado por su tradición histórica, por ser parte de la \”escenografÃa\” que da vida a la colonia Condesa, su art deco y su torre superior, son ya un emblema difÃcil de destruir, pero que los diseñadores de este magestuoso Centro Cultural: Teodoro González de León y Jean Hendrix, superior adaptar de forma ingeniosa y magistral.
González de León pudo convertir \”un espacio cerrado y destinado a la sombra\” -recuerden que era un cine- en un lugar abierto a la luz, donde pudieran apreciarse los más de 250 mil volúmenes de todas las editoriales nacionales e internacionales, entre las que destaca el FCE, que adquirió el inmueble en 2003, los 15 mil discos y videos; albergar espacios para jóvenes y niños; mantener la tradición del cine, con una sala adecuada para ello; dar cabida a un área para galerÃa de arte y una cafeterÃa donde combinar lo gourmet con lo literaio y el entretenimiento.
Hendrix, trabajó por mucho tiempo en la concepción fundamentalmente del \”cielo de la librerÃa \’Rosario Castellanos\’, –como se llama esta área–, donde se pueden apreciar una serie de trazos que bien pueden interpretarse como troncos de bambú o dar \”la sensación de ideogramas, runas, o signos cuneiformes, algo primitivo que evocara lo mismo la escritura que las plantas\”, dice el mismo Hendrix.
Para lograr todo ello tuvo que plasmar 256 hojas de cristal esmerilado de 12 milÃmetros de grosor, con un plafón de casi mil metros cuadrados. Para los trazos utilizó tinta negra epóxica que aplicó a cada placa de cristal a través de un esténsil, luego horneó cada placa para que el color se conserve por largo tiempo y no pierda su pigmentación.
El Centro Cultural Bella Época, un espacio para la lectura, el arte, el cine y el esparcimiento, quizá uno de los más bellos en toda latinoamércia y donde la gentepuede realmente disfrutar de buen libro, un buen café, una buena charla, una buena pelÃcula o una buena obra de arte. Un lugar donde cabemos todos, desde chicos hasta grandes, desde jóvenes hasta viejos, desde intelectuales hasta aprendices escolares.