La Gloriosa Victoria de Diego Rivera al Museo Dolores Olmedo

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Guardado durante cinco décadas en las bodegas de un museo ruso, el mural Gloriosa Victoria, realizado en 1954, por el reconocido pintor mexicano Diego Rivera (1886-1957), se despide hoy del Museo del Palacio de Bellas Artes.

El próximo destino de esta joya pictórica de Rivera es el Museo Dolores Olmedo, en Xochimilco, foro que exhibirá la obra a partir del 15 de enero y hasta el mes de junio, antes de que parta nuevamente al Museo Estatal de Bellas Artes A.S. Pushkin, en Moscú, Rusia. (El Universal)
“Gloriosa Victoria”, dice Juan Coronel, uno de los curadores de la Exposición Epopeya Mural, fue un cuadro proscrito que le fue encargado a Diego Rivera por un grupo de pintores mexicanos “para apoyar al pueblo guatemalteco, que entonces recién había sido invadido por los Estados Unidos”; sin embargo, cuando vieron el resultado ya no quisieron la obra debido a que la figura central era el presidente Eisenhower, en funciones en Estados Unidos.

“En ese momento “Eis”, como le decían de cariño en Estados Unidos, era el presidente más querido de la historia de ese país debido a que ganó la Segunda Guerra Mundial y había libertado a Europa… Diego lo pone como lo que realmente era, el tirano que está invadiendo a América Latina…”, comenta el maestro Coronel.

El cuadro, añade el experto en arte, no fue pintado para México, sino que se iba a incluir originalmente en una exposición de arte mexicano en Varsovia, de donde fue excluido.

“Pero entonces los estudiantes de Varsovia, que ya Varsovia era comunista, se enteran de la obra y le escriben a Diego y le dicen: \”Su pieza no está en la exposición, nos gustaría exhibirla nosotros\”. Y entonces no se exhibe hasta un año después, en una exposición que organizan los estudiantes de Varsovia, a la cual también asiste una representación de obreros rusos… Esos obreros le dicen a Diego que si les regala la obra, porque además esta pieza nunca la cobró, Diego la hizo gratuita y entonces los obreros rusos le dicen a Diego que si regala la obra, la regala y años después, ellos mismos se la entregan al museo Pushkin”, relata el curador de la exposición Epopeya Mural. (Esmas.com)

Parte central de la exhibición \”Diego Rivera, Epopeya Mural\” con la que se conmemoró el 50 aniversario luctuoso del artista mexicano, la emblemática pieza es considerada una caricatura de la sangrienta invasión que hizo Estados Unidos, a través de la United Fruit Company, de una plantación bananera en Guatemala, a comienzos de los años 50.

En la parte central de la obra convergen el secretario de Estado norteamericano, John Foster Dulles, y Carlos Castillo Armas, líder contrarrevolucionario guatemalteco, personajes que celebran la victoria de su operación conjunta, para reprimir la legislación democrática en Guatemala.

Foster Dulles fue quien pronunció la frase que titula el cuadro de Rivera Gloriosa Victoria, articulada para enfatizar el éxito de su conspiración para salvaguardar los intereses políticos y económicos de Estados Unidos en Centroamérica.

El entonces secretario de Estado es acompañado por su hermano Allen Welsh Dulles, quien fuera Presidente de la empresa bananera United Fruit Company, organización que además de contar con extensas propiedades en Latinoamérica también se opuso a las reformas agrarias en la región guatemalteca.

En Gloriosa Victoria, Rivera pintó a los cómplices de los implicados en la intervención estadounidense: John Emil Peurifoy, embajador estadounidense en Guatemala; Jules Dubois, coronel ligado a la Central de Inteligencia Americana (CIA); así como Rodolfo Mendoza Azurdia y Elfego Monzón, militares de la administración guatemalteca.

Sin embargo, la violencia más grande que este cuadro proyecta es formada por los niños y mujeres masacrados que ocupan la esquina inferior derecha de la composición.

El trasfondo de la pintura lo enmarcan campesinos y ciudadanos que se resisten a la imposición militar, mientras que monseñor Genaro Verrolino bendice a los caídos y al nuevo presidente Castillo Armas.

Una de las particularidades de Gloriosa Victoria es la inacabada pintura que Rivera bosquejó en la parte posterior del mismo lienzo, titulada \”Retrato de un dirigente del Partido Comunista Mexicano, Dionisio Encinas\”, la cual fue comenzada en 1951 pero nunca concluida.

Algunas de las obras de Rivera que acompañaron a Gloriosa Victoria en la exhibición \”Epopeya mural…\” fueron el Boceto para Zapata, realizada en 1931; el proyecto no ejecutado, Apoteosis de las Ciencias Médicas, de 1933, y Estudio para la Cabeza de Esperanza, de 1923.

(Si quieres saber más sobre el rumbo y destino de esta obra magna de Diego Rivera da click aquí)

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