La granada falló, por eso sigue con vida

\"El "¡Me están matando!", gritó ayer al menos dos veces Minerva Bautista Gómez, Secretaria de Seguridad Pública de Michoacán, al pedir ayuda por radio mientras su convoy recibía, durante casi cuatro minutos, el fuego de fusiles de asalto, antiaéreo y granadas de sicarios que le tendieron una emboscada.

Pese a los llamados de auxilio de la funcionaria, según dos agentes que escucharon la alerta, los refuerzos nunca llegaron. Los 10 escoltas que acompañaban a la funcionaria se quedaron solos bajo la lluvia de balas en el kilómetro 1.5 de la Carretera Recinto Ferial-Morelia, muy cerca de la carretera Morelia Charo.

"La Secretaria gritaba desesperada, pedía ayuda por radio. No era fácil acercarse", admitió uno de los agentes que estaba próximo al área alrededor de las 0:35 horas de ayer.

Cerca de 2 mil disparos hicieron los sicarios apostados en la parte superior de dos taludes ubicados a los costados de la Carretera Morelia-Charo, en donde les tendieron la trampa.

En el ataque los sicarios emplearon fusiles antiaéreos, lanzagranadas y rifles de alto calibre. Pretendían una ejecución espectacular.

Entre al armamento utilizado por los gatilleros había fusiles Barret, capaces de penetrar objetos blindados a cientos de metros de distancia. En los cuerpos policiacos y militares lo denominan el "tumba aviones".

También arrojaron varios explosivos, uno, incluso, cayó dentro del vehículo donde iba la funcionaria. La explosión habría rematado y calcinado a Bautista junto con los dos escoltas que viajaban en la misma unidad, de acuerdo con datos de la Procuraduría de Justicia de Michoacán.

Pero la granada no estalló y el nivel de blindaje tres de la Jeep Grand Cherokee, placas PHS 9873, resistió la lluvia de proyectiles.

"El evento sucedió de una manera relámpago; no pasaron más de cuatro minutos, fue totalmente sorpresivo", comentó por la tarde el Procurador Jesús Montejano Ramírez.

Pese al castigo, Minerva Bautista sobrevivió, sólo con heridas de esquirlas en la espalda y piernas, pero su estado de salud fue reportado horas después como estable, mientras era atendida en el Hospital Star Médica, de Morelia.

El saldo del ataque: cuatro personas muertas, dos de ellas escoltas y dos particulares que quedaron en medio del ataque, y once personas heridas.

Entre los fallecidos las autoridades identificaron a Gilberto Molinero Tanori, de 26 años, y al subteniente de Infantería retirado, Francisco García Corral, de 45.

Ambos eran escoltas de Bautista. Molinero conducía el vehículo "punta", una Blazer de color negro, con placas PHM 2872, en tanto que el subteniente viajaba al final del convoy en un Tsuru camuflado como auto particular.

También murieron en la emboscada Juan Ortiz Damián, de 60 años, y Rogelio Fabián Melgarejo, de 30, civiles que quedaron en medio de los disparos.

En ambulancias fueron canalizados varios civiles heridos más, entre ellas dos menores de 12 y 2 años, respectivamente.

Los sicarios eligieron para el ataque un tramo con taludes a los costados y un retorno ubicado a 120 metros, el cual les permitió maniobrar un trailer para cerrarle el paso al convoy oficial.

El trailer es propiedad de la empresa Transportes ESA Hermanos que había sido robado horas antes del atentado, luego de descargar azúcar en un centro comercial.

Las autoridades aseguraron además un automóvil Chevrolet Astra, placas TSH 9043 del Estado de Puebla, presuntamente utilizado por los sicarios.

En el sitio quedó también una camioneta Windstar totalmente calcinada. Ahí viajaban algunos de los civiles lesionados, quienes regresaban del recinto ferial.

El procurador michoacano reconoció que no hubo detenidos y que tampoco conocen el móvil del ataque.
"Con seguridad ha de haber habido alguna acción coordinada con autoridades federales o por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (estatal), que lastimó intereses del crimen organizado y de ahí la respuesta (de atacar)", dijo.

(Mural)

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