Su delito fue amenazar de muerte, vÃa correo electrónico, a la conductora del programa Frente a Frente que se trasmite por Televisión Azteca todos los sábados a la media noche, Lolita de la Vega, por lo que ahora Demetrio Pineda Ibarra tendrá que enfrentar a la justicia mexicana, en lo constituye el primer caso de este tipo.
Agentes de la FiscalÃa Especial de Atención a Delitos Cometidos contra Periodistas (FEADP) de la ProcuradurÃa General de la República, presentaron a Pineda Ibarra ante Juez Décimo Séptimo de Distrito en Procesos Penales Federales, con sede en el Reclusorio Norte.
Lo interesante de este asunto es como dieron con el culpable de proferir amenazas contra la periodista Dolores de la Rosa Sabre, conocida como “Lolita De la Vegaâ€y viuda de quien fuera dirigente de los Trabajadores de la Radio y Televisión, Netzahualcoyotl de la Vega.
\”La PGR, informa que Según los datos contenidos en la Averiguación Previa No. 17/FEADPDP/2006, los hechos probablemente constitutivos de delito se relacionan con amenazas de muerte emitidas por vÃa electrónica contra la periodista, y ofensas a su persona.
\”Tras la investigación realizada por el personal ministerial de la FEADP, se logró identificar el correo electrónico utilizado por Pineda Ibarra y el lugar de su remisión, un poblado en el Estado de Michoacán, sitio al que se trasladó el personal de la FiscalÃa para confirmar la titularidad de la cuenta de correo, y otros elementos de probanza.\”
Lo que la dependencia del gobierno federal no informa es que para poder dar con Demetrio Pineda, tuvieron que seguir su huella digital, a través de lo que se conoce como la \”PolicÃa Cibernética\” y que lleva a estadÃos de incomprensión cuando de consiganr se trata.
Y si no déjeme que le platique. La señora de la Vega quizá tuvo que interponer su denuncia ante la ProcuradurÃa General de la República, quienes debieron acudir a revisar el ordenador al que llegó dicho correo electrónico. De ahà comienza la investigación para determinar la dirección IP de la máquina origen, es decir siguieron la pista hasta conocer el sitio exacto donde se ubicaba la computadora de donde surgió el mensaje amenazante.
Ello es posible gracias a los avances teconológicos y los sistemas de rastreo que realizan los especialistas en la materia; pero los jueces en la mayorÃa de los casos desechan las acusaciones por inconsistencia en la presentación de pruebas, por lo que habrá que conocer bajo qué cargos fue presentado Demetrio Ibarra y cuáles son las evidencias que se aportan y si el proceso se lleva su sentencia.
Estos son casos muy interesante. El primero que se conoce, por lo menos públicamente, pero que permiten evidenciar que en la red no hay ni anónimos ni fastasmas. Todos quienes usamos una computadora déjamos una \”huella\”, como si se tratara de nuestras propias huellas dactirales.
Quizá sirva de ejemplo para muchos que utilizan este servicio para atacar el prójimo escudado en un nombre ficticio o en una anonimato inverosimil. Ante la dencuncia se investiga y se le encuentra.