La detención y presentación de Lorena González Hernández, como presunta responsable de haber montado el falso retén al sur de la ciudad, en el cual comenzó la tragedia de la familia Martí, desató una campaña mediática; campaña en la que se ha dicho de todo. Pero y Genaro García Luna qué dice de todo ello, porque esta mujer ha estado y está en lugares donde el actual Secretario de Seguridad Pública ha sido el titular.
En el caso de El Universal, este miércoles en su columna \”Bajo Reserva\” indica que:
\”este caso, ha colocado en el filo de las medias verdades a la PGR y a la Secretaría de Seguridad Pública federal. Las autoridades del DF han dicho que ella organizó el retén policiaco falso para detener el auto en el que viajaba el joven asesinado. Desde principios de agosto, la Procuraduría capitalina trabajaba sobre una hipótesis: hubo federales en el plagio, debido a la cobertura de su actuación. Por supuesto, la PGR y la SPP federal hicieron todo lo posible para desacreditar la versión. Hoy hacen lo mismo: ella dejó la AFI a finales de 2007 y buscaba su ingreso en la Policía Federal. ¿Y qué hizo durante ocho meses? Secuestrar, según el gobierno del DF. ¿Y qué hicieron las autoridades federales? Sacudirse el problema y nadie ha mostrado la baja de González Hernández.
Más allá, en su nota principal, este diario asegura que Lorena González ya cobraba en las nóminas de la PFP, mientras realizaba los exámenes de Control de Confianza y dice que dejó de pertenecer a esa corporación el domingo pasado, pero, como lo aseguran en su columna, no han presentado baja alguna.
El periódico La Crónica, en su columna \”Pepe Grillo\” acusa silencio y titubeo en la acusación contra Lorena y establece que su área de Comunicación Social prefirió desconectar los teléfonos antes que esclarecer las dudas de los reporteros:
\”La versión de que Lorena González, la operadora del secuestro y asesinato de Fernando Martí, estuvo en la AFI, fue confirmada. Pero no ocurrió lo mismo en la PFP. Facundo Rosas dijo titubeante en conferencia que “estaba en el proceso de presentar el examen de control de confianza” para ingresar.
No contestó a preguntas insistentes.Y en Comunicación Social cuando se les comentó que “hay quien dice que Lorena ya cobraba en la PFP”, los teléfonos callaron\”.
A decir de \”La Crónica de Hoy\”, los de la AFI pasan en automático. Los exámenes a los aspirantes a agente de la PFP son muy estrictos, pero los que vienen de la AFI “pasan en automático”. Incluyen pruebas de polígrafo, y exámenes sicológicos y toxicológicos. Estas y otras pruebas ayudan a conocer el perfil de quienes piden pertenecer a la corporación. En el caso de Lorena parece que no sirvieron para sospechar que estaban ante una delincuente consumada.
Milenio Diario establece, con documentos en mano, que \”Lorena González Hernández, ocupaba un cargo de subinspectora y estaba adscrita al área de Coordinación de Inteligencia para la Prevención, de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Su función principal era la investigación de ilícitos\”.
Aunque el subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP federal, Facundo Rosas, señala lo contrario y dice que Lorena González \”estaba en las instalaciones, estaba haciendo sus trámites. Estaba en esa etapa, estaba en su proceso de evaluación del control de confianza. Hasta que terminen todas las baterías puede decirse que ya es parte de la estructura\”, la declaración patrimonial de esta mujer dice otra cosa; bueno, hasta clave presupuestal tenía asignada, lo que indica fehacientemente que ya cobraba en nómina de esa dependencia
Habrá que reconocer que fue la propia dependencia federal la que detuvo a González Hernández y la entregó a la PGJDF una vez que fue reconocida por el escolta de la familia Martí, Cristhian Salomón Flores, quien ratificó su declaración ante el Ministerio Público del fuero común como parte de la indagatoria que se sigue para dar con los integrantes de la banda de La Flor, responsable del plagio del joven Fernando Martí, de 14 años.
Carlos Marín en Milenio Diario, sale al quite del gobierno federal y critica -como es su costumbre- al gobierno del Distrito Federal, los cuales dice parecieran comportarse \”igual que los malos policías, como solía ocurrir con judiciales y preventivos cuando se desgreñaban por alzarse con la medalla de algún operativo contra la delincuencia\” y explica su posición:
\”Lo turbio es que tanto el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, como el procurador local, Miguel Ángel Mancera, hayan reconocido únicamente algo así como “la colaboración” de las autoridades federales, escamoteando el dato clave de que fue la Secretaría federal de Seguridad Pública la que detuvo y les entregó a la mujer que montó el retén para secuestrar al niño.\” Tan importante como resolver el caso es que se informe con transparencia\”, pero el director editorial de Milenio no dice lo que los documentos presentados en su mismo diario dejan en claro que ella ya \”formaba parte de la estructura de esa dependencia\”.
Sólo un dato más: todos han olvidado que Lorena González Hernández pasó a formar parte de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) cuando Genaro García Luna transformó la Policía Judicial Federal en AFI y, ahora curiosamente, intentaba entrar a la PFP, bueno, cobraba mientras hacía sus trámites, o formaba parte de la estructura -según se vea- cuando García Luna es el Secretario de Seguridad Pública Federal, de quien depende la PFP.
No será que Miguel Ángel Granados Chapa tiene razón cuando asegura en su Plaza Pública del pasado 3 de septiembre -cuando ni siquiera se había mencionado a Lorena González-:
\”No obstante que se le había acusado formalmente por irregularidades administrativas en la Policía Federal Preventiva, García Luna pasó de un cargo de segundo nivel en esa corporación a encabezar la Policía Judicial Federal en el sexenio anterior. Se le encomendó sustituirla por un cuerpo nuevo, limpio de la corrupción y los vicios que se acumularon en la que, con precisión, el público llamaba “la per-judicial”. Al cabo de una operación más cosmética y por ende mediática, que sustantiva, García Luna presentó la Agencia Federal de Investigación, cuya propaganda la emulaba a instituciones míticas como Scotland Yard.
Junto con una modernización tecnológica y algunos logros (uno de los cuales, por lo menos, fue montado con fines publicitarios) en la captura de secuestradores, la AFI siguió siendo la policía judicial de siempre. Como ocurría en ella, los jefes solapaban a sus subordinados. El propio García Luna facilitó la fuga de comandantes demandados por la justicia por delitos graves, conducta que ha reproducido en su función de secretario. Basta ver para comprender los alcances de su, digamos espíritu de cuerpo, la lista de agentes y jefes de la AFI (ahora adscrita a la SSP) que cometen delitos.
¿Será que aun con todo esto, permanezca en el cargo por caprichos amistosos?