Alerta Periodística / El Universal.-
Por lo menos dos de los cuatro hombres acribillados la noche de ayer en el interior de una camioneta eran menores de edad. Tres de ellos vivían en el municipio de Xochitepec, donde ocurrió la ejecución, y el otro en el municipio de Jiutepec, ambos de la zona conurbada de Morelos.
Las primeras investigaciones de la Policía Ministerial revelan que la masacre fue perpetrada cuando menos por cuatro sujetos debido a los tipos de casquillos encontrados en el lugar de los hechos. Los sicarios utilizaron rifles R-15, AK-47, escopetas conocidas como \”chaqueteras\” y pistolas con uso de balas 9 milímetros.
Uno de los peritos forenses que acudió a la escena del crimen refirió que los ejecutores dispararon más de 120 cartuchos contra sus objetivos. La zona fue acordonada por soldados, policías municipales, estatales y ministeriales.
El suceso se registró alrededor de las 23:20 horas de ayer martes a un costado de la presidencia municipal de Xochitepec, localizado a 17 kilómetros de Cuernavaca donde la misma tarde de ayer el procurador general de la república, Eduardo Medina Mora, afirmó que el Estado mexicano ganará la batalla al crimen organizado.
La reconstrucción parcial de los hechos, según las investigaciones preliminares, indican que cinco hombres festejaban a uno de sus amigos por haber adquirido una camioneta Explorer, Sport, americana, con permiso de circulación del estado de Guerrero, a cuenta de un terreno. Los cinco abordaron la camioneta y llegaron al centro de Xochitepec.
Se estacionaron y amenizaron su estancia con música grabada. De pronto arribó otra camioneta Mitsubishi, con registro de compra en el municipio de Zacatepec, Morelos, de la cual descendieron sujetos fuertemente armados y dispararon contra ellos.
Según reportes preliminares el copiloto de la Explorer era el único que habría portado un arma y con ella repelió la agresión, toda vez que la Mitsubishi, localizada ayer casi a 700 metros de la cuádruple ejecución, registró impactos de bala y sedimentos de sangre en uno de los costados.
La Policía Ministerial del estado fortaleció sus líneas de investigación con la identificación de los cadáveres, entre ellos, el propietario de la camioneta, un hombre dedicado de oficio mecánico automotriz. Los cuatro ejecutados fueron reconocidos por sus familiares y entre ellos mencionaron el nombre del quinto pasajero de la Explorer, cuyo paradero y estado físico es desconocido.
La escena que encontraron soldados y policías fue tétrica pues aunque las balas rompieron vidrios y traspasaron la lámina de la camioneta baleada, no lograron detener el curso del disco compacto que escuchaban las víctimas al momento de su ejecución. La música sólo se detuvo luego de dos horas y media cuando personal forense retiró el último cadáver de la camioneta. Un perito apagó el autoestéreo.