Matan a dos Zetas y detienen a uno, relacionados con la masacre de El Petén

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La Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala mató a dos delincuentes, presuntos “Zetas”, el mediodía de este lunes durante un enfrentamiento y posteriormente detuvo a otro hombre en Santa Elena, Petén, lo que provocó temor entre los pobladores y comerciantes. A la par, las autoridades reportaron que la situación en el centro del municipio, después de la masacre que costó la vida a 27 campesinos,ya está bajo control, pero las calles están desoladas.

Durante el enfrentamiento, que sucedió entre las 11 y 13 horas, murieron dos delincuentes y uno fue detenido; se desconocen los nombres.

La PNC reporta, que un agente policial resultó herido a causa de la explosión de un artefacto frente al Complejo Deportivo Maya, lo que dio origen a la persecución y balacera.

Horas antes del suceso, dos artefactos estallaron en la misma localidad: frente al Instituto Mixto de Educación Fundamental (IMEF) y el restaurante El Caracolito; ahí hubo un techo y un vehículo particular estacionado en la calle, dañados, pero sin civiles ni policías heridos.

Mientras tenía lugar la balacera y la zozobra, el presidente Álvaro Colom daba una conferencia de prensa en una base militar petenera, en la que advirtió que las autoridades guatemaltecas no descansarán hasta dar con los responsables de la masacre del sábado, y de los ataques con granadas de este lunes.

Durante esta jornada también avanzaron las necropsias para los 27 cadáveres masacrados durante el fin de semana en una finca de La Libertad, a manos de un grupo identificado como “Zeta 200”, que dejó una amenaza de muerte para Otto Salguero, dueño de la finca.

Colom dijo que es posible que Salguero esté relacionado con el negocio de la droga \”de alguna manera\”, pero no hay investigación que lo culpe.

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) determinó que diez cadáveres que no están identificados deben ser inhumados cuanto antes, en tanto se ha identificado a 15 que en las próximas horas serán trasladados a su natal Morales, Izabal.

Un hombre del que se ha reservado su nombre, por seguridad, sobrevivió a este multihomicidio, gracias a que después de recibir una puñalada en el abdomen se hizo el muerto y posteriormente de escondió, para salir hasta las cinco de la mañana del domingo y caminar por una carretera conde fue ayudado por un automovilista que lo llevó a un hospital, donde, por cierto, permanece sin la atención adecuada y sin vigilancia de corporación alguna, pese a que se ha convertido en un testigo clave.

El hallazgo

El Ministerio Público (MP), la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio de Gobernación, responsabilizaron a un grupo de narcotraficantes denominado “Z 200”, un ramal de los “Zetas” mexicanos de la masacre en El Petén.

El hallazgo de los cuerpos fue reportado por varios pobladores que se acercaron a la finca para comprar queso y crema. Sin embargo, lo que encontraron les erizó la piel: en el patio de ese inmueble vieron los restos de las víctimas.

Según el MP, el acta del procesamiento de la escena del crimen cerró así: “Un cuerpo completo, 26 cuerpos sin cabeza y 23 cabezas”. Eso vieron los pobladores.

Fueron asesinados 25 hombres y dos mujeres, que estaban atados de las manos, y de los cuales 26 habían sido decapitados.

Los victimarios dejaron dos paredes con pintas dirigidas al propietario de la finca, Otto Salguero. Las leyendas fueron escritas con la sangre, en apariencia, de una de las piernas de las víctimas.

Pobladores cercanos dijeron que los muertos eran trabajadores de la finca Los Cocos, la mayoría originarios de Cerro Chino, Los Amates, Izabal.

Hasta ahora, las autoridades atribuyen la masacre a una supuesta disputa de territorio y una venganza contra Salguero, un supuesto ganadero del área.

Lo sucedido

Según las investigaciones, durante la madrugada del domingo, más de 50 hombres vestidos con uniformes militares ingresaron en la finca, ubicada en el kilómetro 569 de la ruta a El Naranjo, en La Libertad, Petén, Gutemala.

Tanto la PNC como el MP coinciden en que los “Zetas” llegaron a la finca en 12 vehículos tipo agrícola y, con armas en mano, reunieron a los trabajadores en la casa patronal.

Les exigieron revelar dónde se encontraba el dueño de la propiedad. Al no obtener respuesta, procedieron a asesinarlos uno a uno.

Los delincuentes esparcieron los restos de las víctimas por los alrededores de la vivienda e incluso una de las cabezas se encontraba dentro de un pozo.

De acuerdo con informaciones obtenidas en el lugar, los delincuentes eran dirigidos por una persona a quien le llamaban “Kaibil”.

También se estableció que dejaron vivo a uno de los trabajadores, a quien le delegaron el cuidado de varios niños que vivían allí, y que de inmediato fueron puestos a resguardo por las autoridades.

El sobreviviente relató que fue hasta las 5 horas de ayer cuando pudo salir de la finca para pedir auxilio. El problema fue que el poblado más cercano está a más de una hora de distancia a pie.

Las autoridades vinculan a Salguero con actividades del narcotráfico, aunque pobladores aseguran que es un ganadero.

Los pocos habitantes de la región dijeron estar atemorizados, pues temen que ocurra otro hecho similar.

Vinculan secuestro

Las amenazas contra Salguero, en apariencia, iniciaron a principios de mayo, por supuestos malos negocios.

Investigadores afirman que el secuestro de Luis Carlos Bardales Chacón, esposo de Keiry Eunice Franco Salguero, fue perpetrado por los “Zetas” el 10 de mayo último en San Benito, Petén.

A los familiares de la víctima los plagiarios les exigían 450 mil Quetzales para liberarlo. Días después también secuestraron a Franco Salguero y a Luis Bardales Tobar, padre de Luis Carlos y suegro de Keiry, cuando se dirigían a pagar el rescate.

Los cadáveres mutilados de Bardales Tobar y Franco Salguero aparecieron el viernes último por la noche en el kilómetro 55 de la ruta entre La Libertad y Sayaxché, Petén.

En ese lugar fue hallado una nota en la que se leía: “Otto Salguero voy por tu cabeza, Z 200”.

Ayer, integrantes de este grupo lo buscaron en su finca y, al no encontrarlo, asesinaron a sus trabajadores. Dejaron otro mensaje pintado con sangre: “Que ondas, Otto Salguero, te voy a encontrar y así te voy a dejar a tí”.

Fueron los Zetas, dicen las autoridades

Jaime Otzín, director de la PNC, confirmó que en el hecho están involucrados grupos de narcotraficantes que operan en el norte de Guatemala, pero no precisó detalles porque aún se investiga el caso.

El ministro de Gobernación, Carlos Menocal, confirmó la versión de Otzín. “Es una masacre deleznable y se les puede atribuir a los “Zetas”, pues estos dejaron rótulos por todos lados”, comentó.

Rony Urízar, vocero del Ejército guatemalteco, informó que decenas de militares fueron enviados a la zona de la frontera con México, a unos cien kilómetros de la finca Los Cocos, para evitar que los delincuentes huyan hacia ese país.

“Se ha ordenado vigilancia aérea y terrestre, y estamos coordinando con las autoridades mexicanas para evitar que —los asesinos— huyan”, precisó Urizar.

Debido a la complejidad del hecho, el MP envió siete equipos para procesar la escena del crimen y, seguían en la busca de tres cabezas de las víctimas.

Los cuerpos serán enviados a la morgue de Poptún para continuar con los peritajes.

Entre las diligencias se usó un detector de metales para establecer el uso de las armas de fuego, y anoche se reportó el hallazgo de varios casquillos.

La fiscal general Claudia Paz y Paz se comprometió a esclarecer el crimen sin importar las consecuencias ni quién sea el responsable de la masacre.

Petén ha sido utilizado desde hace varios años por grupos del narcotráfico internacional como ruta para trasladar droga que llega a esa zona por vía aérea procedentes de Sudamérica y que luego es trasladada a México.

(Con información de Prensa Libre)

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