México no debe desoír las amenazas de Al Qaeda

El gobierno de Estados Unidos es el enemigo número uno de la red Terrorista Al Qaeda, que liderea Osama Bin Laden. Georges Bush es calificado por esta organización como el mismo diablo y éste mantiene una guerra abierta contra los talibanes en busca de quien es considerado como un terror para el mundo entero.

En esta guerra intestina que a todas luces va perdiendo el gobierno estadunidense, ahora han involucrado al gobierno mexicano por el sólo hecho de haberse convertido en el segundo abastecedor de hidrocarburos a la Unión Americana.

El Gobierno mexicano no debe desoír esta amenaza, que a través de la Secretaría de Gobernación ha puesto en duda, y que contrasta con los gobiernos de Canadá y Venezuela, también mencionados en la reciente advertencia de Al Qaeda, mismos que ya ordenaron el resguardo de sus instalaciones petroleras.

¿Pero quien es Bin Laden y por qué cada vez que lanza una amenaza, como la de ayer contra las instalaciones petroleras de México, hay que hacerle caso?

\"\"El líder de los talibanes, proviene de un rica familia de Arabia Saudí. Su padre era un conocido magnate de la construcción. En este ambiente creció para más tarde concluir los estudios de Religión -base de su pensamiento- y Ciencias Económicas en la Universidad Rey Abdul Aziz.

Tras su etapa universitaria, acudió en ayuda de los muyahidin afganos para combatir a los rusos y posteriormente, en 1989, regresó a su país, pero poco después empezaron las desavenencias a causa de la guerra del Golfo.

Bin Laden rompió con su país y se exilió en Sudán. La ruptura fue total cuando el gobierno saudí le retiró la nacionalidad en 1994, lo que es considerado como la clave, como un punto de inflexión en su vida y pensamiento.

Es en este momento cuando comienzan las actividades contra intereses norteamericanos fuera de América, por lo que Osama vuelve a Afganistán con los compañeros talibanes con los que derrotó a los rusos. Participó en las luchas que llevaron a los talibán, con ayuda de EU, a tomar Kabul en 1996.

\"\"Poco después abandonó la capital y se instaló en algún remoto lugar de los montes afganos, donde comenzó a crear campos de entrenamiento junto a un puñado de hombres leales.

La clave del pensamiento de Bin Laden se centra en la Guerra Santa. Odia profundamente a las potencias occidentales y a sus aliados en el mundo islámico, a los que califica de \”traidores\”.

Piensa que los musulmanes tienen que unirse y luchar contra Occidente y, sobre todo, contra EEUU, que es considerado como la principal amenaza. Su presidente, George Bush, es visto como el mismo diablo.

Bajo estas directrices Bin Laden crea Al Qaeda, cuyo fin es \”la guerra santa islámica contra los judíos y los cruzados\”.

Justo tras la toma de Kabul por parte de los talibanes, EEUU comienza a darse cuenta de su error.

Rápidamente empezaron a llegar informes sobre las actividades de los talibanes, contrarias a los derechos humanos, y concretamente las de Bin Laden.

Poco a poco se le señala como uno de los principales patrocinadores del terrorismo islámico al financiar campos de entrenamiento en Afganistán, Sudán y Pakistán.

Para colmo, aparece implicado en los ataques contra las embajadas estadounidenses de Arabia Saudí, Kenia y Tanzania.

Aunque la primera pista sobre Al Qaeda se remonta a 1986, el primer gran error de apreciación fue el primer atentado contra las Torres gemelas en 1993 en el que murieron 6 personas.

El gobierno de Estados Unidos estimó que era un hecho aislado. Sin echar la vista tan atrás, un mes antes del desastre, Bush fue de nuevo informado de la posibilidad de que se produjeran secuestros aéreos e incluso una semana antes del gran atentado su secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld, le presentó un informe para actuar contra Al Qaeda. Las alarmas finalmente fueron desoídas.

Aunque se sabía de su peligro y de sus actividades, no se toman medidas. EU fue incapaz de detectar a tiempo la amenaza subestimando a Al Qaeda e ignorando evidentes señales de alarma.

El presidente estaba más preocupado por su escudo antimisiles que por la amenaza de Al Qaeda. Todo cambió con el ataque del 11 de septiembre de 2001.

Después del desastre que conmocionó al mundo entero, EU recabó apoyos y comenzó junto a la Alianza del Norte la invasión de Afganistán.

El objetivo prioritario, además de derrocar a los talibán, era encontrar a un Bin Laden que financiaba grupos terroristas en más de 35 países.
Fueron constantes los rumores que lo situaban en diferentes partes del país, pero finalmente no ha sido encontrado.

La red Al Qaeda ha recibido algunos golpes, pero aún está activa y su gran líder, desaparecido.
La campaña de Afganistán debilitó a los terroristas y evitó algunos atentados, pero los fundamentalistas son difíciles de detener.

Aunque Bin Laden no estuviera vivo existe un riesgo permanente porque hay muchos dispuestos a tomar el testigo en la lucha contra EU.

A pesar de las mil 300 detenciones en más de 70 países de componentes de la red de Al Qaeda, ésta se jacta de haber sobrevivido a la guerra de Bush.

Suleiman Abu Ghaith y Ayman al Zawahiri, son la mano derecha de Bin Laden, así como símbolos de la yihad, y los que podrían mantener viva la llama del saudí en caso de que éste ya no exista.

El paradero del enemigo público número 1 es toda una incógnita. No se sabe absolutamente nada cierto sobre el tema. \"\"
Podría estar vivo, muerto, gravemente herido, en Afganistán o en cualquier otra parte.
Su poder económico y la inestimable ayuda de sus fanáticos compañeros hace que ninguna posibilidad esté descartada.

Vivo o muerto, se han publicado numerosas cartas y vídeos del saudí llamando a la guerra santa, a la unión de los musulmanes y a la lucha contra EU.

El 11 de noviembre, justo un mes después del mayor atentado de todos los tiempos, una caravana de talibanes partió de Kabul a Tora Bora debido a la ofensiva de la alianza del norte.

Muchos testigos aseguraron que Bin Laden iba en ella. Esta fue la última aparición en público del saudí, que después sólo ha podido ser visto en vídeos de dudosa credibilidad

La gran mayoría piensa que murió en la ofensiva sobre Tora Bora. El ataque sobre las montañas fue muy intenso por aire y por tierra. Pocos piensan que pudiera escapar al cerco estadounidense.

Además, nada ha hecho creer a las autoridades norteamericanas desde el 11 de septiembre que está vivo.

Las tropas estadounidenses han recogido muchas muestras de ADN en la zona, pero todos los resultados han sido negativos. Si está muerto, nadie sabe dónde está su cadáver.

Otros piensan que permanece en la frontera entre Pakistán y Afganistán, una zona controlada por diferentes tribus que se rigen por sus propias leyes.

Por eso, aunque desde Pakistán se asegure que no
se encuentra en sus territorio, muchos dudan que sea cierto.

Se cree que a esta zona huyeron unos 3 mil combatientes talibanes que se encuentran dispersos en un terreno de mil 500 kilómetros de largo y 150 de ancho.

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Es el lugar perfecto para esconderse por lo abrupto del lugar y por la simpatía que despierta Bin Laden allí.

Todas las noticias en torno a su paradero no dejan de ser meras especulaciones mientras no aparezca, ya sea con vida o sin ella.

Hasta que esto ocurra, estará en el punto de mira de EU, que no duda en mandar comandos Delta Force a la frontera pakistaní en busca de Bin Laden.

De encontrarse allí, tiene todas las de ganar, ya que conoce el terreno como la palma de su mano y refugios construidos durante la guerra con Rusia.
La decisión de dejar en manos de \”muyaidin\” la ofensiva terrestre en Tora Bora pudo ser otro gran error de EU y el que le dejó escapar cuando estaba acorralado.

Las ideas de Bin Laden llevaron al desastre al régimen Talibán. Al no entregarlo se desató la guerra, en la que se calcula que murieron alrededor de 10 mil personas, aunque no ha habido ningún balance oficial.

También fue un conflicto que desplazó a casi cuatro millones de personas, de los que dos millones y medio no han retornado.

Por esto, el gobierno mexicano debe poner todas sus antenas en alerta, aunque debemos considerar que tampoco debe ser motivo de pánico entre la población.

México cuenta con fuerzas armas capaces de resguardar sus instalaciones petroleras y aunque duda de la veracidad de la amenaza vertida por Al Qaeda y difundida a todo el mundo por las diversas agencias informativas, ya ha comenzado a tomar medidas preventivas al incrementar la seguridad en los que se ha dado en llamar las Instalaciones Estratégicas.

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