El asesinato de personas en la Zona Metropolitana de Guadalajara parece no tener freno, pese a que la autoridad siga en su afán de calificarlas como normales y dentro de niveles aceptables, por tratarse -según ellos- de ajustes de cuentas entre bandas rivales del crimen organizado. Hoy dos civiles más murieron, una mujer en Tonalá y un hombre en Zapopan.
En el primero de los casos, una mujer identificada extraoficialmente como María Elena Ríos Farías, de 22 años, recibió un tiro en el pecho, el cual le cortó la vida, cuando se encontraba a bordo de una Ford Explorer, en color verde, con placas PGW 2658, del Estado de Michoacán.
La agresión ocurrió alrededor de las 15:10 horas, en el cruce de las calles Tequila y La Barca, en la Colonia Jalisco, del Municipio de Tonalá,
La mujer, luego de ser lesionada, fue trasladada por su pareja sentimental y otro hombre a un centro de salud, ubicado sobre la Calle Tlaquepaque, al cruce de Atotonilco, a unas tres cuadras del lugar de la agresión.
Cuando llegaron a este sitio, los hombres bajaron a la mujer y personal médico, al acercase al vehículo, observaron que ya no tenía signos vitales, por lo que la dejaron sobre la banqueta del centro de salud.
Hasta allí llegaron, entonces elementos de la Policía Municipal de Tonalá, quienes detuvieron a José Luis Hernández López, de 31 años, y David Ríos Arroyo, de 52, , quienes fueron puestos a disposición del Ministerio Público, en calidad de presentados, para que rindan su declaración de Ley y se deslinden responsabilidades.
Según trascendió, ambos sujetos han caído en contradicciones en sus declaraciones, por lo que se ha comenzado a sospechar de ellos, sin que hasta el momento se les haya fincado responsabilidad alguna.
Le metieron una bala en la cabeza
Por otro lado, por la mañana fue localizado un hombre muerto, dentro de su domicilio ubicado sobre la Calle Río Blanco, en su cruce con Camino a las Misiones, en la Colonia Misión del Bosque, en el municipio de Zapopan. ´Presentaba un impacto de bala en la cabeza.
La víctima fue identificada de manera extraoficial como Leopoldo Ramos Gamboa, de 42 años. Una mujer que acompañaba al fallecido a su trabajo, acudió al inmueble para recogerlo, pero al llamar a la puerta nadie respondió, por lo que giró la perilla de la puerta de entrada, la cual no tenía seguro, y encontró al ahora occiso en el patio trasero, en medio de un charco de sangre.
Tras el reporte de esta mujer al teléfono de emergencias, personal de la Procuraduría del Estado y del Servicio Médico Forense acudieron al sitio para indagar el hecho; encontraron un casquillo calibre .22.
A decir de testigos, Ramos Gamboa vivía solo en la casa y, en el sitio donde fue hallado su cuerpo, había envases de refresco y vasos con alguna bebida alcohólica, por lo que se cree que alguna de las personas que estuvieron con él, pudiera ser el responsable de su muerte. Ya son buscados.