Nacho Coronel cuenta con órdenes de aprehensión, en Puente Grande

Luego de cinco días de haber realizado en un operativo en la zona Metropolitana de Guadalajara, durante el cual se supone fue detenido el capo de la organización del Cártel del Pacífico que lidera Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ignacio “Nacho” Coronel, las autoridades federales de la Secretaría de Marina y de la Policía Federal se han negado a proporcionar información alguna sobre los resultados de esa incursión.

Sin embargo, este miércoles, a través de W Radio Guadalajara se dio a conocer que “Nacho” Coronel cuenta con dos órdenes de aprehensión emitidas por los jueces de distrito tercero y cuarto de distrito en el penal de Puente Grande.

Una de esas órdenes, como ya es sabido, es con fines de extradición a los Estados Unidos, donde el narcotraficante tiene cuentas pendientes con el FBI por delitos de delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad, secuestro, delitos contra la salud y enriquecimiento inexplicable; además de lavado de dinero por operaciones realizadas en bancos mexicanos.

Fue el mismo secretario general de gobierno de Jalisco, Fernando Guzmán Pérez Peláez, quien durante una entrevista concedida a los medios el sábado 15 de mayo, en el marco de la celebración del Día del Maestro, se aventuró a confirmar la realización de los operativos por parte de la Marina y de la Policía Federal, y aunque no lo hizo en el caso de la detención de “Nacho” Coronel, si dejó entrever esa posibilidad; tanto así que el lunes siguiente varios medios del centro del país trataron de entrevistarlo y sólo acertó a decir que corresponde a las autoridades federales hacer tal confirmación e informar de los resultados de la operación realizada el viernes anterior. Desde ese día el funcionario estatal ha rechazado hablar del caso.

Ello, no ha sucedido así. Ni la Semar, ni la SSP federales han dado a conocer los resultados de la incursión que llevaron a cabo en uno de los fraccionamientos exclusivos de la zona de la ribera de Chapala y donde ubicaron una residencia en un lugar conocido como El Molino, perteneciente, presuntamente, a este narcotraficante, donde se supone fue detenido el sinaloense que controla grandes extensiones del territorio occidental para al trasiego de droga que realiza la organización del “Chapo” Guzmán y de la cual se supone ocupa el la cuarta posición en su estructura.

Llama la atención que el mismo día en que se supone aprehendieron a “Nacho” Coronel, se reportó, apneas con unas horas de diferencia, la “desaparición” del ex candidato presidencial, el panista Diego Fernández de Cevallos en el estado de Querétaro, mismo que a la fecha no se conoce su paradero.

Las especulaciones no se han hecho esperar, incluso se habla de una posible negociación, al estilo de las grandes mafias de Europa y Sudamérica, en la cual estaría en juego un trueque de un personaje por otro; lo cual, dicen los expertos, nos llevaría a desconocer permanentemente la detención del primero y a la aparición, sin detalles, del segundo.

El FBI lo busca desde 2003

Desde el 17 de diciembre de 2003, “Nacho” Coronel Villareal fue acusado formalmente por un jurado mayor en el Distrito Oeste de Texas. Además, el 19 de diciembre de ese mismo año, una orden de arresto fue expedida en el Distrito Oeste de Texas, en la cual lo acusan de “conspiración a poseer una substancia controlada con la intención de distribuirla y de conspiración de importar una substancia controlada”.

En su “advertencia”, como califican la acción en su contra, el FBI sostiene que Ignacio Coronel Villareal es el “caudillo de una de las organizaciones más poderosas del tráfico de drogas basada en Guadalajara, Jalisco, México”.

Aunque sostiene como centro de operaciones en México, la Organización Mexicana de Tráfico de Droga que comanda Ignacio Coronel Villareal (IVC-MDTO por sus siglas en Ingles) su alcance e influencia alcanza a todos los Estados Unidos, México, y varios otros países Europeos, centroamericanos, y sudamericanos, dice la ficha del FBI.

Apunta, además que ha aumentado su poder desde principios de los 1990s y ahora se considera una de las organizaciones del narcotráfico más poderosas en México. Se sabe que la ICV-MDTO trabaja directamente con fuentes de abastecimiento colombianas, a las que les compra “cantidades de multi toneladas de cocaína”.

También se informa que la organización es la precursora en la producción de cantidades de toneladas de metanfetamina en laboratorios clandestinos en México. Además, se dice que la ICV-MDTO promueve sus actividades de narcotráfico por medio del soborno, intimidación, y la violencia.

En esa misma ficha del FBI se ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por la captura del capo mexicano:

“El Departamento de Estado de los Estados Unidos, la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y el Orden Público, bajo su Programa de Recompensas de Narcóticos, está proponiendo una recompensa de hasta $5 millones de dólares por información que conduzca directamente al arresto y/o convicción de Ignacio Coronel Villareal”.