Los ataques del crimen organizado contra uniformados y corporaciones policiacas continuaron al iniciar este nuevo año; ayer un oficial fue asesinado, en Apodaca, y edificios de seguridad en Cadereyta y Allende fueron atacados con granadas, lo que dejó daños de consideración.
En los primeros minutos del sábado 1 de enero, un grupo armado atacó a una patrulla de la Secretaría de Seguridad estatal en la que viajaban un jefe de turno y varios policías, sobre la avenida Fidel Velázquez y Copán, en la Colonia Héroe de Nacozari.
Anoche, alrededor de las 20:30 horas en los carriles con dirección al norte de la Carretera Prolongación Reforma, a unos 500 metros del Panteón Municipal,, fue baleada otra patrulla que conducía, un elemento de Tránsito apodaquense, Carlos Gil Villalobos, de 54 años, quien era apodado \”El Cani\”, el cual murió tras recibir una ráfaga de fusiles AK-47 conocidas como cuerno de chivo, mientras que otro uniformado que lo acompañaba salió ileso.
De acuerdo con la versión que este elemento dio a la Policía, el ahora occiso y él circulaban a bordo de la unidad Charger, número 495, con dirección hacia el centro de Apodaca cuando un vehículo, del que no se dieron las características, se les emparejó y hombres con fusiles les dispararon ráfagas por el lado del conductor; ello provocó que la patrulla se saliera del camino hacia la derecha y avanzara unos 10 metros hasta detenerse.
Por otro lado, antes, a las 19:40 horas de ayer en Cadereyta, un comando, abordo de una camioneta, lanzó una granada contra el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, ubicado en el kilómetro 30 de la Carretera Libre a Reynosa, a un costado de las sedes del Poder Judicial y la Procuraduría General de Justicia.
Pese a que en la estación policial estaban unos 50 policías y agentes de tránsito municipales, además de elementos de la Policía Estatal de Caminos, nadie resultó herido.
La granada rompió el cristal trasero de un Tsuru y detonó dentro de éste, por lo que el vehículo color guinda, con placas 777 WLG de Texas, sirvió para contener el explosivo, aunque terminó con las ventanillas quebradas y la carrocería dañada.
Por la detonación, también quedó con los vidrios destrozados un Grand Marquis dorado, con placas SCD 2268. Ambos vehículos pertenecen a miembros de las corporaciones policiacas.
Al retirarse, el comando tiró en la carretera una playera negra con las letras C.D.G. (Cártel del Golfo) en rojo.
También el sábado, cerca de las 23:40 horas, las instalaciones de la Policía Ministerial y la Agencia del Ministerio Público, ubicadas en Venustiano Carranza y Niño Artillero, en el municipio de Allende, fueron atacadas con una granada que detonó en el frente.
Adentro del edificio estaban cuatro agentes y un fiscal, que salieron ilesos y sólo se reportaron daños en la fachada y en una pick up particular estacionada en la sede policiaca.
Una fuente señaló que las cinco personas se encontraban en unas oficinas a unos 6 metros de las puertas de acceso y área de recepción, que dan hacia la calle, y eso evitó que las esquirlas los hirieran.
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