Pese a los estragos, la delincuencia despierta y escenifica dos balaceras, en Monterrey

\"Despierta Mientras las autoridades federales y estatales en Nuevo León tratan de contrarrestar los estragos causados por las lluvias de las últimas semanas, en la Zona Metropolitana de Monterrey la delincuencia organizada parece comenzar a despertar del letargo en que quedaron sumidas por los embates de la naturaleza y este sábado escenificaron dos balaceras, con un saldo de uno de ellos muerto y dos más heridos.

De acuerdo con los reportes de que se dispone, el segundo enfrentamiento entre policías ministeriales y delincuentes, en las avenidas Constitución y Venustiano Carranza, frente a un hotel, se habría derivado del primero que se desató sobre la avenida Pino Suárez de la capital regiomontana.

Al filo de las 13.00 horas, integrantes de una banda de asaltantes, que la policía ha dado en señalar ya como la “Banda de la Odyssey”, por ser un vehículo de esta marca en la que viajaban los delincuentes, se confrontaron con policías estatales sobre la Avenida Pino Suárez, entre 5 de Mayo y 15 de Mayo, en pleno Centro de la Ciudad, hechos en los que se informó que uno de los delincuentes perdió la vida y al parecer dos más resultaron heridos, al igual que uno de los agentes, quien fue trasladado por socorristas de la Cruz Roja al Hospital Universitario. Los otros dos sujetos fueron llevados a diferentes hospitales.

Tras la balacera, la Avenida Pino Suárez fue cerrada y se llevó a cabo una movilización policiaca que llegó hasta las instalaciones de la Universidad Regiomontana en la calle 15 de Mayo, entre Rayón y Aldama, donde supuestamente se había ocultado uno de los delincuentes herido.

Alrededor de 100 agentes ministeriales coordinados por Adrián de la Garza, director de la Agencia Estatal de Investigaciones, revisaron el lugar, además de casas y negocios aledaños, pero no ubicaron al asaltante que presuntamente iba herido.

De acuerdo con fuentes oficiales, los delincuentes que participaron en el tiroteo son los autores de los atracos a gasolineras cometidos los fines de semana y que operaban trasladándose en una camioneta Odyssey.

Una hora más tarde, las investigaciones llevaron a los ministeriales hasta las puertas del Hotel Antaris, donde se había dicho se ocultaron los atacantes.

Al llegar a ese lugar, desde el quinto piso del Hotel, un grupo de por lo menos siete hombres comenzaron a disparar contra los policías, lo que provocó que los automovilistas que circulaban por la avenida Constitución bajaron de sus unidades y corrieran a refugiarse para evitar ser alcanzados por las balas. Eso se convirtió en un caos vial. Incluso, los pasajeros de dos camiones urbanos tuvieron que salir gritando en busca de un lugar seguro.

Policías y militares que llegaron para apoyar las acciones, rodearon el hotel para tratar de acorralar a los agresores, pero hasta las 17.30 horas no se conocía de ninguna persona detenida.

Las ráfagas de armas de fuego se escuchaban de manera intermitente y según los reportes por la frecuencia policiaca, ha habido estallamiento de granadas.

Frente a la recepción del hotel fue localizada un arma corta, tipo escuadra, tirada junto a la puerta principal, al igual que un fúsil AK-47 y tres cargadores para la pistola.

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