Perionotas / El Universal.-
Ante la propuesta de trabajo que lanzó el grupo conocido como Los Zetas, brazo ejecutor del cártel del Golfo, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, ofreciendo buena comida y trato digno, elementos del Séptimo Grupo de las Fuerzas Federales destacamentados en Nuevo León en apoyo para combatir la narcoviolencia aceptaron “que si es tentador (esta oferta)” de cambiar de bando.
Estos uniformados federales reclaman malos tratos por parte de autoridad de Seguridad Pública de esta entidad.
“La comida está en malas condiciones, nos deben el pago de la nómina y las habitaciones son muy pequeñas”, reveló, un federal con el rostro cubierto.
Los policías consideraron la posibilidad de desertar de esta corporación para trabajar como sicarios con la delincuencia organizada porque, “a ellos (los pistoleros) sí se les trata más como personas, que a nosotros (como policías)”.
Unos 900 efectivos inconformes tiene como base la Academia Estatal de Policía ubicada sobre la carretera a Saltillo, a la altura del municipio de Gracía, al oriente del área metropolitana de esta capital.
Ahí aparentemente se les facilita comida, baños y camas para descansar.
En entrevista, el secretario general de Gobierno, Rodrigo Medina de la Cruz, aceptó que esta polémica podría perjudicar la seguridad en esta entidad.
“Y pudiera darse alguna fisura o pudiera ahí facilitarse la presencia del crimen organizado”, dijo.
Medina de la Cruz explicó que desde que llegaron las fuerzas federales a Nuevo León se le han facilitado todos los requerimientos que oficialmente han demandado.
Sin embargo, una televisora local difundió imágenes en donde se aprecia todo lo contrario: sanitarios en mal estado, sucios y los cuartos muy pequeños en donde sólo pueden dormir sólo tres personas.
Alrededor de las 9:50 horas, unas seis unidades de la PFP salieron de las instalaciones de la Academia Estatal de Policía para patrullar las calles.
El funcionario agregó que altos mandos de la Secretaria de Seguridad Pública Federal confirmó que estos elementos inconformes seguirán con sus labores de patrullajes en esta entidad.
“Deseamos que esto se solucione pronto, entiendo que ya hubo contacto y comunicación de los directivos federales con los policías, y el estado de Nuevo León estará atento para que en el muy corto plazo se puedan solucionar estas diferencias\”.