Ana María Salazar
Si somos pocos los que participamos este sábado 30 de agosto en la marcha Iluminemos México, será un mensaje a toda la clase política de que no nos importa nuestra seguridad y la de nuestra familia y que nadie les va a recriminar su irresponsabilidad.
Una de las formas más importantes de expresión ciudadana en una democracia es manifestarse en una marcha. Para la mayoría de los ciudadanos el marchar será la única forma de expresar nuestra furia por los años de negligencia por parte de las autoridades corruptas e incompetentes. Marchemos todos para recordarles a los malvados que son mucho más los buenos mexicanos que los malos.
Marchemos por solidaridad a las víctimas de la delincuencia y la violencia en México. Para ellos esta marcha será uno de los pocos espacios donde, gracias a las multitudes, podrán exigir justicia y cambios, sin que ellos y sus familias corran riesgos.
Debemos marchar por Fernando Martí, por Silvia Vargas Escalera, por Alberto, Juan, María, José, Luisa, y todas aquellas personas que han sido víctimas de los delincuentes, sin importar su clase social, actividad económica a la que dedican, creencia o lugar de residencia.
Este sábado marcharemos además por los cientos de niños robados y desaparecidos en el país, y que la mayoría son hijos de comerciantes o de la clase trabajadora, según la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos. A estos niños no sólo se los llevan para exigirles dinero a sus padres, sino para venderlos en adopciones ilegales, o, peor aún, para prostituirlos.
¿Por qué marchar? Porque nuestros hijos se merecen una oportunidad de vivir en un país en donde, cuando vayan a la escuela en la mañana, su mayor preocupación pueda ser no llegar tarde a clases o no olvidar su tarea. No deberían tener que preocuparse por ser la siguiente víctima de secuestro o del narcomenudeo que merodea sus escuelas. Nuestros hijos no se merecen vivir en el país con más secuestros en el mundo y uno de los más violentos. Con esta marcha les decimos a los secuestradores que ya basta, nuestros esposos, esposas o hijos no son mercancía que pueden disponer o desechar por dinero.
Marchemos en señal de apoyo a todos los funcionarios públicos que hacen su trabajo en una forma honesta y preocupados por el bienestar del ciudadano y por los que murieron cumpliendo su deber. Pero también al marchar les estamos diciendo a los funcionarios corruptos, malvados, flojos e ineptos que la sociedad les estará exigiendo que “no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, porque eso también es corrupción”, como lo dijo Alejandro Martí, padre de un niño asesinado por secuestradores.
En esta marcha les recordaremos a los partidos políticos y a los candidatos a las gubernaturas, legislaturas y presidencias municipales que hay elecciones en julio del año que entra, y que el tema sobre la mesa será la inseguridad en el país. ¿Cuáles serán sus propuestas? ¿Qué cuentas nos van a rendir?
Recordemos a Martin Luther King cuando dijo que “aquel quien acepte pasivamente el mal está igualmente involucrado que el que lo perpetua. Aquel que acepte el mal sin protestar, en realidad está cooperando con éste”. No seamos cómplices de los criminales debido a nuestra complacencia.
Para más información de dónde marchar ir a los sitios electrónicos: www.iluminemosmexico.org.mx y www.anamariasalazar.com.