Posible cobro de cuota, costo la vida a los federales, en Mexicali

Un error de operación costó la vida a tanto al Ministerio Público Federal, como al Policía Federal Ministerial ya que por causas aún desconocidas, se adelantaron al resto de los integrantes de la corporación que supuestamente “reventarían” el domicilio en busca de drogas y narcotraficantes en Residencial Marsella, la noche del jueves, según fuentes extraoficiales.

Los federales atacados a balazos , iban comisionados a un operativo de antinarcóticos, que concluyó con el asesinato del comandante de la Unidad Mixta, Ricardo Tamez Andazúa y de Edgar Hernández Flores, agente del Ministerio Público adscrito al Municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, además de resultar con heridas Héctor Enrique González Téllez, agente federal adscrito a la Unidad Mixta de Antinarcóticos, quien todavía ayer se encontraba agonizando en un hospital privado de la ciudad de Mexicali, Baja California.

Hasta donde se conoció ayer tanto de manera oficial como extraoficial, los agresores habrían sido cinco sujetos, dos de los cuales fueron detenidos en las inmediaciones del lugar.

Uno de los detenidos, presentado por la Policía Municipal, identificado como Marcos Carlos García Ramos, fue arrestado cuando, en plena fuga, trataba de ocultarse en un lote baldío que se encuentra en la parte posterior del fraccionamiento, ubicado en la llamada “Zona Dorada” de esta ciudad.

El detenido tiene 31 años de edad, es originario de Guadalajara, Jalisco, y le fue encontrada una pistola, marca Colt, calibre .38 súper con 8 tiros útiles, amartillada con un tiro en la recámara.

En sus primeras declaraciones manifestó que él y cuatro sujetos más habían llegado al domicilio realizando disparos de arma de fuego, hacia unas personas, para posteriormente darse a la fuga, informó el director de Seguridad Pública Municipal, Alonso Ulises Méndez. 

Por su parte, Francisco Javier Cossío Gutiérrez, coordinador en Mexicali de la Subprocuraduría Contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó sobre la detención de otra persona sin identificar, quien estaba agazapado dentro de un vehículo, y de quien se presume acompañaba a los agentes federales.

En la unidad donde estaba escondido el detenido encontraron playeras y chalecos con las siglas de “AFI”. El vehículo fue estacionado en las inmediaciones del fraccionamiento privado donde ocurrieron los hechos y no había arma de fuego en posesión de este sujeto.

La PGJE coadyuva en la investigación y entre los objetos asegurados, están dos rifles de asalto AK-47, conocidos como “Cuerno de Chivo” calibre 7.62 por 39, y una pistola .38 especial que no fueron accionadas en el ataque contra los federales.

El arma de un agente federal agredido ni siquiera tenía tiro en la recámara. En el domicilio donde ocurrieron los hechos fue encontrada droga, al parecer “Cristal” y cocaína.

La Agencia Especializada contra Robos de Vehículos de la PGJE se llevó para su investigación seis vehículos de la mencionada zona residencial, los cuales no tuvieron reporte de robo.

Todas las investigaciones son realizadas por la PGR; pese al hermetismo sobre el asunto, trascendió que en la Subdelegación de la dependencia, sobre la Calle Novena, tenían a siete personas retenidas, las cuales rinden declaración sobre los hechos.

Querían dinero por “pitazo”

De acuerdo con una diario local, de manera extraoficial, y con base a las versiones de agentes policíacos, los tres agentes federales agredidos en el Residencial Marsella, localizado al Oriente de la Ciudad, fueron al domicilio Cerrada Antibez número 28 para “bajarle” dinero a los narcotraficantes, quienes serían detenidos.

Los agentes federales tuvieron oportunidad de dialogar con los agresores, los cuales al parecer no cedieron y prefirieron dar bala en lugar del soborno.

Y es que, para arribar a la residencia donde se suscitó la balacera y muerte de los dos funcionarios de la PGR, los federales caminaron cerca de 500 metros desde el centro comercial Marsella hasta el domicilio que sería cateado, donde aparentemente también habían desplegado a cerca de 8 “aspirinas”, pero evidentemente no contaban con la reacción violenta de los narcotraficantes.

Miembros de distintas corporaciones no se explican la forma en que los agentes federales realizaron el supuesto “operativo” antinarcóticos, ya que no solicitaron el apoyo de otras corporaciones, como se hace en forma normal.

Asimismo, trascendió que aparentemente agentes policíacos eran visitantes frecuentes del domicilio que, igualmente, fue propiedad originalmente del propietario de conocido restaurant de mariscos de esta ciudad.