Pues parece que ahora sà las cosas van en serio, porque resulta que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la capital de México, aprobó reformas a la Ley de Protección a la Salud que van encaminadas a proteger a los no fumadores y que obliga a los sà fumadores a no hacerlo en restaurantes, escuelas, oficinas y centros de espectáculos.
De acuerdo con lo aprobado hoy por los diputados locales del D. F. todo negocio público está obligado a colocar separaciones fÃsicas, para ubicar zonas de fumadores sin que ello afecte a quienes no lo hacen y en caso de que el lugar sea totalmente cerrado, definitivamente quedará prohibido quemar tabaco.
En las escuelas o instituciones públicas y privadas, al igual que en los transportes públicos de pasajeros, incluyendo taxis, no se permitirá fumar en las aulas, bibliotecas y auditorios.
En caso de desobedecer esta ley, los afectados por el humo del cigarro podrán solicitar la ayuda de un policÃa para poner a disposición del Juez CÃvico a quien incumpla este ordenamiento.
Los diputados de la Asamblea Legislativa establecieron un plazo no mayor a 60 dÃas para realizar las adecuaciones legales a la Ley para el funcionamiento de establecimientos mercantiles del DF, a fin de armonizar su contenido con las reformas en materia de fumadores.
Aquà valdrÃa recordar que este tipo de acciones fueron implementadas ya desde 2004 por la misma Asamblea Legislativa y por las autoridades federales desde hace más de seis años y a la fecha hay miles de trabajadores de las dependencias e instituciones que fuman sin que nadie se atreva a hacerlas nada, aun con denuncias de por medio a los encargados del orden en las propios edificios oficiales.
Lo mismo sucede en los transportes públicos, en los retaurantes, cafés, que creen que con poner una decena de mesas divididos por un listón el asunto quedó arreglado.
Si las cosas van a ser reales, pues que se apliquen sanciones verdaderamente rigurosas para que los que no fumamos quedemos excentos del daño que hace a los pulmones el humo de los cigarrillos. Que a veces es más daniño que el que inhalan los adictos al tabaco.
¡¡¡Que se mueran solos!!!
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