Luego de casi 72 horas de haber sido asesinado, sin que de ello se tenga registro evidente, el cuerpo de Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal, uno de los capos de la droga más buscado por las autoridades de México y Estados Unidos, fue reclamado la tarde este domingo por una mujer que fuentes extraoficiales identifican como hermana de uno de los líderes del Cártel del Sinaloa que comandan Joaquín “El Chapo Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada.
De acuerdo con información publicada por el grupo Reforma, no confirmada por autoridad alguna de Jalisco, la mujer se presentó ante el Ministerio Público alrededor de las 16.00 horas, para rendir declaración y reclamar el cuerpo de “Nacho” Coronel y de su sobrino, quien también fue abatido, pero en otra acción al día siguiente en el municipio de Guadalajara,
La dama, quien se llegó acompañada de un abogado, hasta las 17:47 horas declaró ante personal de la agencia del Ministerio Público adscrita al Servicio Médico Forense, para posteriormente ingresar a las instalaciones del SEMEFO y esperar a que les fueran entregados los cuerpos de sus familiares, quienes murieron, según dijeron las autoridades, a manos de los militares al resistirse a su arresto.
A las 18:30 horas, llegaron la carrozas en las que serían transportados los cuerpos; una camioneta Cadillac Escalade, en color negro, y otro vehículo Chrysler 300C, beige, ambos de reciente modelo.
Según fuentes extraoficiales, los cuerpos serían embalsamados en una funeraria de Avenida Hidalgo, para después ser llevados al Estado de Sinaloa, donde, serían velados y sepultados.
El ambiente que permea en torno al anfiteatro de la Calle Belén, en Guadalajara, es de tensión entre el personal militar, quienes están a la expectativa de cualquier persona que se acerque a las proximidades del inmueble.
Fernando Guzmán defiende a sus policías
Por otro lado, el secretario general de gobierno de Jalisco volvió a sus andanadas y pese a que legisladores y el presidente municipal de Tlaquepaque acusan posible protección de policías estatales y municipales, así como a de las mismas autoridades, como el titular de la SSP estatal, Luis Carlos Nájera, a la figura de “Nacho” Coronel, Fernando Guzmán rechaza las cualquier nexo de este tipo y lejos de aceptar una investigación al interior de las corporaciones, exigió a los legisladores analizar el paquete de iniciativas que el Ejecutivo estatal mando al Congreso local para su su estudio y, en su caso, aprobarlas.
Negó las acusaciones del diputado priista, Luis Hernando Córdova Díaz, sobre la infiltración de los cuerpos policiacos del estado con el cártel que dirigía Nacho Coronel, al asegurar que es un trabajo que se hace todos los días y en lugar de que los diputados, lancen acusaciones, deberían de aprobar las reformas propuestas por el ejecutivo en cuestión de seguridad.
A su vez, el presidente municipal de Tlaquepaque, Miguel Castro, dejó entrever la posibilidad de que entre las corporaciones policíacas de Jalisco existiera uno o varios elementos coludidos con el narco, que facilitaron protección a Ignacio “Nacho” Coronel para que pudiera operar en el Estado hasta que fue descubierto y abatido por militares:
“Lo que yo no dudaría es que pueda haber gente dentro de las propias corporaciones y de las áreas, que no sea totalmente leal a su compromiso que tiene con la propia comunidad y creo que en ese orden de ideas esto es lo que genera el boquete de información que en muchas ocasiones puede generar condiciones para que alguien pueda moverse con tranquilidad”.
El alcalde evadió precisar si debe investigarse a la Policía del Estado o la de Zapopan por la presunta protección al capo, y dice que en el caso de Tlaquepaque ya se realizan pruebas de confianza entre los uniformados para detectar posibles vínculos con la delincuencia.