El presidente de México, Felipe Calderón, reconoció que inició la “guerra” contra el crimen organizado sin tener una idea precisa de las dimensiones de su poder, “pero sí había una certeza de la peligrosidad y de la imperiosa necesidad de cortar esa ola expansiva. El cáncer estaba ahí y, a medida que lo hemos enfrentado, hemos visto la dimensión que tiene”.
Durante una entrevista concedida a periodistas españoles, ante su inminente visita a España para participar en la Cumbre América Latina-Unión Europea, el mandatario mexicano sostuvo que es difícil medir el éxito o el fracaso en una lucha de esta índole por el sólo número de muertes, ya que ello lo que refleja es la intensidad del problema.
Insistió en que la lucha contra el crimen organizado “va a ser una batalla muy larga y muy cruenta. Va a implicar mucho tiempo, mucho dinero y, por desgracia, va a implicar, muchas vidas humanas. Pero es una batalla que hay que librar y que unidos vamos a ganar”.
Durante la entrevista, Calderón justificó los malos resultados obtenidos hasta ahora en materia de seguridad en el país.
Dijo que “si hubiéramos enfrentado antes a las mafias, cuando el problema empezó a surgir, ya lo habríamos resuelto. Pero se le dejó crecer con un falso concepto de tolerancia, de arreglos implícitos -como algunos asesores del presidente Vicente Fox han sugerido- y precisamente por abrirles la puerta y dejarlos entrar a diversas zonas y territorios del país se apoderaron de buena parte de su estructura social, e incluso institucional”.
Además, reiteró su acusación hacia Estados Unidos por la venta de armas, a lo que argumentó que “desde 2004 desaparece en EU la prohibición de venta de armas de asalto, y, con ello, creció de manera muy importante el poder bélico de los carteles, lo cual lleva a mayor poder de confrontación con otros carteles y con las autoridades.
Dijo que durante su administración se han decomisado “algo así como 75 mil armas, de los cuales más de 40 mil son rifles de asalto, unas 5 mil granadas, ocho millones de cartuchos, lanzamisiles; un arsenal capaz de armar a un Ejército.
(Con información de El País)
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