La creciente ola de violencia en el estado, principalmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara, obligó al secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, a reconocer que Jalisco dejó de ser inmune a la presencia del crimen organizado y una zona de privilegio, pese a que había sostenido una posición firme en torno a que en la entidad se respiraba un clima de tranquilidad que lo llevó a criticar, incluso, la posición del Consulado estadunidense, que advirtió a sus conciudadanos de ese clima violento.
En entrevista, Pérez Peláez dijo que en Jalisco ya no se está “en las condiciones de un Estado privilegiado, en donde veíamos todavía de lejos la acción continua del crimen organizado, generando una violencia en la lucha del narcotráfico entre sí, las ejecuciones y en el crimen en nuestras ciudades\”.
El funcionario reconoció que Jalisco ha registrado un deterioro en materia de seguridad en los últimos 15 días, con una continua actividad del crimen organizado, “En Jalisco, los últimos 15 días hemos visto un deterioro importante en las condiciones a las que estábamos acostumbrados”, dijo
Sin embargo, nuevamente trató de minimizar las cosas, al compararlo con lo que sucede en Ciudad Juárez y Coahuila, sin medir que la delincuencia organizada este tipo de declaraciones las ha considerado como un reto en cada caso y en cuando la violencia se ha recrudecido.
Guzmán Pérez Peláez indicó que es necesario afinar la estrategia en materia de seguridad pública y robustecer el trabajo de las corporaciones policiacas, en conjunto con los organismos federales.