Repudian ataque a Siglo de Torreon; sin pistas sobre los autores del atentado

En los primeros minutos de ayer martes, el edificio de El Siglo de Torreón fue blanco de un atentado a tiros. El ataque se centró en la fachada del edificio, en la esquina de la avenida Matamoros y calle Acuña, dañando las puertas de acceso de esta casa editora. El presidente de la SIP, Enrique Santos Calderón, de \’El Tiempo\’ de Bogotá, condenó el atentado y reiteró que "la violencia es el método utilizado por sectores delincuenciales para silenciar a los medios de comunicación, crear zozobra y autocensura para que el ciudadano viva en la oscuridad". En la entidad, el gobernador Humberto Moreira Valdés, giró instrucciones al fiscal general del estado, Jesús Torres Charles, para que se mantenga atento y pendiente de la investigación sobre estos hechos ocurridos en la ciudad de Torreón.

Hasta hoy, sólo la policía municipal se ha presentado a recabar indicios del ataque, y pese a que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya abrió la averiguación previa correspondiente, no hay ninguna pista sobre los autores o sus motivos.

Policías investigadores de la FGE comenzaron los peritajes en el área de ventas de esta casa editora, donde fueron causados los daños en el ataque ocurrido el martes a la una de la mañana.

Los peritos reportaron que el edificio presenta 16 impactos de bala y se encontraron nueve casquillos calibre 7.62, disparados por un rifle AK-47 ("cuerno de chivo").

Santos Calderón, del periódico colombiano El Tiempo y presidente de la SIP, confió en que las autoridades castigarán a los responsables, “ya que la impunidad genera más violencia”.

El gobierno de Coahuila condenó “enérgicamente” estos hechos perpetrados en contra "de uno de los periódicos más prestigiados y de mayor tradición" en la Región Laguna, así como en toda la entidad.

Según los informes recabados, fue cerca de la una de la mañana cuando se dejó escuchar una fuerte ráfaga de disparos de arma de grueso calibre. A las afueras de la empresa se ubicaron decenas de casquillos percutidos de arma AK-47 y AR-15. Ningún trabajador resultó lesionado en el ataque, a pesar de que en el interior del diario había gente en talleres.

En una revisión al interior del edificio, se pudo observar cristales rotos, impactos en los escritorios y paredes, así como en el mobiliario.